Dos días después de haber impuesto una sanción histórica a tres jugadores del seleccionado, incluido el capitán, la Unión Argentina de Rugby dio marcha atrás y levantó las penas. Pablo Matera, Guido Petti Pagadizábal y Santiago Socino están en condiciones de jugar para los Pumas el sábado ante Australia, según se desprende de la reciente decisión.
Luego de que el lunes fueran dados a conocer tuits racistas y xenófobos de hace más de ocho años, la UAR le había quitado la capitanía a Matera y había suspendido a los tres jugadores indefinidamente. Sin actividad hasta julio luego del último partido del Tri-Nations, la Comisión de Disciplina determinaría más adelante el alcance de las penas. No obstante, la posibilidad de no presentarse a jugar que deslizaron algunos miembros del plantel, más muestras contundentes de apoyo a los tres jugadores y repudio a las sanciones que llovieron por parte de integrantes de los Pumas que no viajaron a Australia, de ex jugadores del seleccionado y de un buen número de clubes (a los que la UAR representa), torció el brazo de los dirigentes.
El martes, los jugadores no se entrenaron. Estuvieron reunidos analizando cómo proceder. El respaldo al capitán fue tajante. Hasta llegaron a plantearse seriamente la posibilidad de no presentarse a jugar en la despedida.
¿Qué cambió en apenas dos días para que la dirigencia diera marcha atrás? En la Argentina sumaron apoyos. Los Pumas Matías Moroni y Tomás Lavanini (al margen del Tri-Nations por lesión); los ex Pumas Pedro Sporleder, Santiago González Iglesias y Horacio Agulla; clubes como Alumni (el de Matera), el SIC (Petti) y Regatas, entre muchas otras voces, se expresaron firmemente en contra de la medida con discursos similares: «Los tuits son repudiables pero fueron hace mucho tiempo. Los jugadores tuvieron la posibilidad de cambiar. Hoy son personas íntegras». Algunos de ellos también acusaron a los dirigentes de «soltarles la mano» a los jugadores cuando la responsabilidad por el homenaje a Diego Maradona, que fue lo que desató la caza de brujas en las redes sociales, era de ellos.
Así, Matera, Petti y Socino están en condiciones de actuar este sábado a las 5.45 (hora argentina) ante Australia en el Bankwest Stadium, de Sydney, por la sexta y última fecha del Tri-Nations, con la posibilidad de terminar en un histórico segundo puesto, en caso de una victoria. La presencia de Matera no está confirmada, ya que el propio jugador dudaba de participar en el encuentro. Mario Ledesma iba a anunciar el equipo en la madrugada del jueves (el mediodía en Sydney),en conferencia de prensa.
Tras las sanciones, el malestar del plantel argentino fue en crecimiento permanente. Las primeras reuniones fueron duras y apuntaron a entender cómo, de repente, se había metido en esta inesperada situación. Se habló de campaña en contra, de una investigación sistemática; se sospechó de todo. Pero la elección fue asumir la responsabilidad. Los tres implicados pidieron disculpas.
Lo que no sabían todavía era cuáles medidas iba a tomar la UAR. El enojo fue tan grande que, en las primeras charlas entre los jugadores, algunos estaban dispuestos a renunciar al seleccionado en apoyo a sus compañeros castigados, sin llegar a jugar ante Australia. La implicancia de una medida tan severa tendría alcances impensados. ¿Qué pasaría con la relación con Nueva Zelanda y Australia, los actuales socios del Tri-Nations? ¿Cómo afectaría semejante incumplimiento la credibilidad del seleccionado argentino para el futuro?
Pasada la medianoche argentina, la UAR oficializó el levantamiento de la suspensión con un comunicado. Para explicar el cambio, la entidad consideró: «Durante la declaración, los tres jugadores manifestaron su profundo arrepentimiento, reiteraron el pedido de disculpas, ratificaron que no es lo que piensan y que fue un acto imprudente propio de la inmadurez. Sin embargo, se hacen plenamente cargo y responsables, por lo que se pusieron a disposición de la Comisión para que se investiguen las circunstancias y buscar enmendar el daño causado.
«A la hora de expedirse preliminarmente, la Comisión de Disciplina ha considerado y valorado la actitud de los tres jugadores durante este proceso, y entiende que los mismos no han repetido acciones similares durante estos más de ocho años, y que han demostrado durante este tiempo ser personas de valores firmes e íntegros y dignos de integrar nuestro seleccionado.
«El proceso disciplinario continúa y la Comisión arribará a una resolución final en los próximos días de acuerdo con los tiempos del procedimiento, en esta primera instancia considera que el sostenimiento de las medidas preventivas resultan innecesarias, por lo cual resuelve levantar la suspensión de los tres jugadores y restituir la capitanía de Pablo Matera.
«La Unión Argentina de Rugby y el plantel tienen roles y responsabilidades distintas pero un mismo objetivo: hacer que el rugby siga creciendo como deporte. El camino de una reflexión profunda sobre ciertas prácticas asociadas a nuestro deporte, iniciado a principios de año con el programa Rugby 2030, no tenemos dudas de que demandará tiempo. Y requiere, tanto por parte de la dirigencia como del plantel, dar señales contundentes en el momento justo».
El enojo con Loffreda
Pero luego de pasar por ese estado de ebullición inicial, se empezó a repasar algunas de las decisiones que habían depositado a los rugbiers en este torbellino. Y una declaración de Marcelo Loffreda, el manager del equipo, a ESPN fue la que más furiosos puso a los jugadores. Al entrenador del equipo que ganó la medalla de bronce en 2007 le preguntaron por el escueto homenaje a Maradona. «La realidad es que hicimos lo que pensábamos que era lo más representativo… Creímos que lo que nosotros habíamos preparado era lo correcto», contestó.
La forma en la que utilizó las frases en plural y participó a todo el equipo fue lo que más molestó a los jugadores. Dos fuentes vinculadas con el plantel confirmaron para LA NACION que fue Loffreda el que les transmitió a los rugbiers que la cinta negra era un homenaje suficiente para Maradona. Lo consideran el «ideólogo» del acto y no pueden entender que se haya desligado de la responsabilidad involucrando a todos. Loffreda no respondió los mensajes enviados para LA NACION.
Algunos también esperaban algo más de Ledesma. Alguna frase, una declaración en defensa del grupo. Su pasividad fue interpretada como una aceptación de la suspensión dictada por la dirigencia. Al final los tres podrán jugar, pero esta historia está muy lejos de tener un final.
Fuente: Alejo Miranda – LA NACION DEPORTES – Fotos: Archivo – Crédito: CHARLY TRIBALLEAU / AFP – Crédito: VillarPress – LA NACION DEPORTES –