/Leonardo Ponzio, ese guerrero de River que disfruta de sus últimas batallas y puede ser el máximo campeón de la historia millonaria

Leonardo Ponzio, ese guerrero de River que disfruta de sus últimas batallas y puede ser el máximo campeón de la historia millonaria

A los 39 y a pasos del retiro, el mediocampista central tiene la chance de superar antes de fin de año a Ángel Labruna y Ricardo Vaghi como dueño de más títulos en la entidad.

“Que de la mano de Leo Ponzio, todos la vuelta vamos a dar”. El tiempo se detiene un instante en el Monumental. Quedan 15 minutos para el final del encuentro con Racing, el resultado está consumado con un contundente 4-0 y el Torneo 2021 ya forma parte del palmarés millonario. Pero la escena sobrepasa todo. Está por encima del nuevo título logrado. Es la representación más leal del cambio de paradigma en la historia de River. El emblema Leonardo Ponzio le cede la cinta de capitán con abrazo de por medio a Franco Armani, alza los brazos, aplaude mientras camina hacia la salida del campo, se saluda con su reemplazante Jorge Carrascal y luego se funde en otro abrazo con Marcelo Gallardo, los dos capitanes del barco desde hace más de siete años. La emoción rebalsa el barrio de Núñez. Y es que una verdadera historia de amor empieza a llegar a su fin.

Ponzio es el gran símbolo de este ciclo. El guerrero perfecto de las batallas más difíciles. Capitán y líder del vestuario, el hombre de Las Rosas, Santa Fe, siempre entendió su lugar. Protagonista principal como entre 2014 y 2018 o secundario como en este último tiempo, nunca alzó la voz cuando no le correspondía. Su rol estuvo claro desde el primer momento en cada año. Dentro y fuera del campo de juego. Respetado y admirado por los jóvenes, su palabra tiene un peso específico propio trascendental para el grupo. Junto a Jonatan Maidana, Enzo Pérez, Germán Lux y Franco Armani son los grandes referentes del plantel y los líderes de un código de conducta establecido hace años. Hablan con los más chicos y los acompañan en su crecimiento, encaminan el discurso, son los primeros en llegar y los últimos en irse. Y predican con el ejemplo: se entrena como se juega.

A los 39 años, Leo Ponzio se dio el gustazo de ser titular en el clásico de la coronación, contra Racing; capitán e ídolo sin haber nacido en River, el mediocampista está al borde del adiós.
A los 39 años, Leo Ponzio se dio el gustazo de ser titular en el clásico de la coronación, contra Racing; capitán e ídolo sin haber nacido en River, el mediocampista está al borde del adiós.Fotobaires

Por eso, a pesar de haber sumado solo 37 minutos en el semestre desde que retornó de la miocarditis producto del Covid-19 que le impidió realizar la pretemporada y lo dejó al margen entre mayo y septiembre, el técnico Marcelo Gallardo lo eligió para jugar contra Racing. Sin Enzo Pérez por lesión ni Bruno Zuculini por suspensión, el capitán de 39 años se puso el medio campo al hombro. Jugó 75 minutos, fue de menor a mayor y completó un gran partido para levantar otro trofeo, ser ovacionado, igualar a Ángel Labruna y a Ricardo Vaghi entre los máximos campeones de la institución con 16 títulos y seguir metiéndose cada vez más en el corazón de un público que ya lo considera un ídolo.

“El destino es como estaba marcado. A este deporte no le puedo pedir más nada porque me dio todo, me permitió ser alguien dentro de esta sociedad donde uno trata de promulgar una idea y gracias a Dios con un final feliz. Estoy disfrutando este momento, ya vengo de muchos años que la estoy estirando. Pero creo que llegó el final. Chances siempre hay de seguir estirando porque me siento bien, pero entiendo también que hay que llegar a estos momentos. Hay que saber cuándo llega el final”, comentó el volante en declaraciones televisivas tras ganar otro torneo local.

De acuerdo con los números de Opta, sus estadísticas contra la Academia le podrían permitir seguir jugando sin problemas: completó 30 de 36 pases intentados, dio dos pases clave, acertó cuatro de cinco balones largos, ganó dos de tres duelos de pelota, sumó siete recuperaciones y le agregó una intercepción, un quite con posesión y un remate bloqueado. Sin ritmo futbolístico continuo y en una temporada en la que solo sumó 14 partidos (4 de titular) con 442 minutos, su rendimiento fue más que aceptable.

Dando batalla en el medio de la cancha, como siempre.
Dando batalla en el medio de la cancha, como siempre.Fotobaires

“Seguramente sean mis últimos partidos. Es la realidad, es lo que vengo diciendo y me estoy preparando para eso. Este título significa muchísimo para mí. No podíamos ganar el torneo local y cuando pudimos jugar una sola competencia estuvimos a la altura. Alcancé al máximo ganador de todos y ahora tengo la posibilidad de ir por otro más con el Trofeo de Campeones. Eso te ilusiona en esta institución que es muy grande”, reconoció también Ponzio en rueda de prensa.

Tal como ocurrió en las finales de la Copa Libertadores 2018 o en la Recopa Sudamericana 2019, a Ponzio le tocó volver a ser protagonista de un partido crucial como había ocurrido en su última vez: no era titular desde el 16 de mayo en la Bombonera en los cuartos de final de la Copa de la Liga en medio del brote masivo de Covid-19. Es más, en esta Liga solo había entrado frente a Newell’s (3º), Boca (7º), Banfield (10º), San Lorenzo (7º) y Argentinos Juniors (10º) y, tras ganar el superclásico, dijo: “Todo lo que estoy viviendo son todos debuts nuevos. Jugar diez minutos me da vida. Desde mi lado, me toca ayudar”.

El reconocimiento de los hinchas al ex volante de Newell's, que lleva más de una década en River.
El reconocimiento de los hinchas al ex volante de Newell’s, que lleva más de una década en River.Fotobaires

Ahora, con una nueva celebración, el volante acumula 16 coronas en sus dos ciclos (2006-2008 y 2012-presente): además de haber sido el único futbolista presente en todos los títulos del ciclo Gallardo con seis locales y siete internacionales, también sumó el Torneo Clausura 2008 con Diego Simeone como DT y el Torneo Final 2014 y la Copa Campeonato 2013/14 con Ramón Díaz. Por otro lado, logró el ascenso y el título de Primera B Nacional 2011/12 en el momento más crítico de la historia del club.

Del barro al oro. Así es el camino de Ponzio en River. Un León que en 2012 decidió volver al club para resurgir de las cenizas, entre 2013 y 2014 le puso el pecho a estar relegado en la consideración de Ramón Díaz y a partir de la llegada de Marcelo Gallardo construyó su inmaculada figura ganadora. Ahora, solo le quedan tres partidos de Liga por delante y la final del Trofeo de Campeones contra Colón. En caso de volver a festejar, será el máximo campeón en soledad de la historia del club. Su historia puede ser aún más grande.

Fuente:Ir a notas de Juan Patricio Balbi VignoloJuan Patricio Balbi Vignolo  PARA LA NACION – Fotos: Agencia AFP – Fotobaires – LA NACION Deportes