Cada día que pasa el escenario se llena de interrogantes. Los actores hablan acerca de la salud de Diego Maradona y cuando tiene la palabra Leopoldo Luque, el médico que sigue de cerca al DT de Gimnasia acapara la atención, en especial cuando revela circunstancias de la internación, a los 60 años. «Fui a verlo sábado y el domingo por pedido de la gente que está cerca de él. Lo veían raro, confundido. Más allá del trastorno para caminar, deambular. Llamaron la atención algunas cosas raras en su personalidad, como su estado de ánimo», dijo este martes el doctor.
El médico, en una charla en Radio La Red, fue muy detallado en su mensaje. «Lucía confundido: emitía un comentario o una respuesta de algo que no se le había preguntado o no se le estaba diciendo. Eso es un trastorno cognitivo que no tendría por qué estar sucediendo. Mi primera pregunta fue si había tomado algo y me dijeron que no. Estaba confundido. Sentí que era un buen momento para llevarlo a una clínica y estudiarlo un poco«, relató Luque.
Y continuó: «Ese día de la internación no me costó tanto convencerlo, pero venía de varios intentos previos. Entré a su habitación, él estaba acostado. Le dije ‘Diego, vamos’. ‘No, tordo’.La de siempre. Después, en el postoperatorio, Diego salió a caminar conmigo en el sanatorio. ‘Diego, tenés que quedarte’, y dijo que no. Se puso agresivo en el sentido de querer manejar la situación, como maneja todo siempre. Lo vimos con un cuadro que se interpretó como abstinencia; de sudoración, taquicardia y euforia».
Luque trató de eludir a los medios en los últimos días y cuando ofreció un parte en la puerta de la Clínica Olivos, donde está internado Maradona, no permitió preguntas. Sin embargo, en esta charla reconoció que el DT está inquieto, y eso lo obliga a empezar muy temprano sus jornadas, que se extienden hasta pasada la medianoche.
Luque habló también abiertamente de los problemas de Maradona con el consumo de alcohol: «Solucionados esos temas no están nunca; están tratados. Era tomar una copa y hacerle mal, en el último tiempo, por los antecedentes. El punto es que a esa copa por ahí la necesitaba. No es un gran consumidor, pero es todo un cuadro con los fármacos que toma. Los fármacos que toma son varios. Un poco de alcohol, no mucho, a ciertos fármacos les hace mal. Son varios para conciliar el sueño… No quiero entrar en detalle».
La relación que mantiene Luque con la familia de Maradona, en especial con Gianinna y con Verónica Ojeda, también fue un tema en la entrevista: «Hasta dónde uno puede interceder, invadir, proponer… Son todas cosas que se están arreglando con la familia. La comunicación es muy buena. En ese sentido todos están permeables a escuchar, opinar y debatir siempre con respeto. Se está llegando a una decisión».
Luque estima que se trasladará al paciente a una casa de Nordelta y que allí continuará la recuperación: «En principio, a Maradona no lo pongo en un cuadro de adicción. Es un paciente que vive en extremos. Cuando él quiera, va a dejar de hacer eso que le hace mal, pero no logra convencerse él todavía de que tiene que hacer eso. Pero lo va a hacer. Yo tengo mucha fe», explicó.
Por último, el médico, que explicó que lo pone feliz que su colega Alfredo Cahe trabaje con Maradona, habló acerca de la chance de que el entrenador vuelva a dirigir en Gimnasia: «Hay que discutir muchas variables y nadie va a tener la razón absoluta. Para mí, Leopoldo Luque, como médico y persona, a nadie hay que quitarle el trabajo, y menos si lo apasiona. Si le da una vida, una rutina. Es mi sugerencia. Muchas personas pueden opinar diferente. Que no, que no tenga presiones, que esté relajado, no puede tener presiones… Donde menos sufre presiones Diego es una cancha. Esa es mi impresión».