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Gonzalo García se recuperó de dos largas lesiones, volvió a los Pumas y es el hoy es el único 9 del seleccionado

El tucumano es parte de la renovación en el plantel al que convocó Felipe Contepomi para una concentración en Londres; no hay otro 9 argentino en las cuatro mejores ligas del planeta.

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Londres vuelve a ser el centro del comienzo de la construcción de un año demandante para los Pumas. En la concentración de tres días para proyectar objetivos y plan de juego y realizar pruebas físicas, en el plantel de 30 jugadores hay un solo medio-scrum. Con base en buenos rendimientos, constancia y fortaleza mental para recuperarse de dos lesiones muy cercanas entre sí, Gonzalo García se ganó la convocatoria de Felipe Contepomi. Es el único 9 argentino que se desempeña en alguna de las cuatro mejores ligas del planeta.

Con la decisión de Lautaro Bazán Vélez de regresar al sistema de seven y el fichaje de Gonzalo Bertranou por Rugby Football Club Los Ángeles, de la Major League Rugby, García quedó como solitaria opción en una lista compuesta por jugadores que se desempeñan en el Viejo Continente. Figura en Zebre, de Italia, que acumula tres victorias consecutivas en el United Rugby Championship (URC), el back de 26 años logró la continuidad que añoraba desde su arribo a Europa, ocurrido en el 2021. “Esperé mucho tiempo este presente, sobre todo después de la lesión en la rodilla, que sufrí mucho. Después de esa lesión me enfocaba en terminar sano una temporada y volver a los Pumas. Me preparé mucho para esto”, indica el tucumano, en diálogo para LA NACION.

–¿Cómo transitaste esos primeros años con vaivenes en Italia?

–Me lesioné un hombro en el último partido en la primera temporada en Valorugby Emilia, en el 2022. Me convocaron a los Pumas después de eso, hice testeos y me dolía mucho el hombro. Me hicieron los estudios y tuve que operarme y estar fuera de las canchas aproximadamente seis meses. No sabía si Zebre iba a validarme el contrato; por suerte me bancó. Cuando volví, el 3 de diciembre de 2022, jugué 20 minutos contra Glasgow, y el fin de semana siguiente, como titular contra Toulon. En ese partido, en el minuto 78, me rompí los ligamentos cruzados de una rodilla. Se me vino el mundo abajo. Tenía muchos objetivos; quería agarrar ritmo en Zebre y ver si llegaba a dar pelea para ganarme un puesto en el Mundial de Francia. Cuando me lesioné la rodilla y caí al piso, lo primero que se me vino a la cabeza fueron los Pumas y que no llegaba al Mundial.

Italia es el país donde García se desempeña habitualmente, en el club Zebre; la liga local es una de las cuatro más fuertes del planeta.
Italia es el país donde García se desempeña habitualmente, en el club Zebre; la liga local es una de las cuatro más fuertes del planeta.Juan Gasparini / Gaspafotos

–¿Desde el primer momento lo sabías?

–Sabía que no iba a llegar con los tiempos para estar en un plantel. No llegaba a empezar la pretemporada del equipo en junio. Cuando me operaron e iban diciéndome los plazos, me di cuenta de que si llegaba, lo haría para viajar directamente al Mundial. Yo estaba fuera del equipo; había jugado sólo en el 2021. Ahora estaba Michael Cheika, y yo no había estado con él. Siempre vi lejos la posibilidad de ser parte del plantel, y así ocurrió.

–¿Cómo afrontaste las recuperaciones?

–A la lesión del hombro no la padecí tanto. A la de la rodilla, muchísimo. Los primeros dos meses estaba muy bajoneado porque no podía moverme. Dependía de una persona, me dolía mucho saber que iba a estar fuera casi todo un año de nuevo. Vino mi mamá a darme una mano con todo, y con la ayuda de mis compañeros argentinos iba saliendo de a poco. También era un desafío mental; mi psicóloga me ayudó muchísimo en todo el proceso.

Gonzalo estuvo en los Pumas en 2021, pero un par de lesiones importantes lo frenó; el tucumano volvió en 2024, y ahora tiene buenas posibilidades de quedarse con el puesto.
Gonzalo estuvo en los Pumas en 2021, pero un par de lesiones importantes lo frenó; el tucumano volvió en 2024, y ahora tiene buenas posibilidades de quedarse con el puesto.UAR

–¿Cómo viviste desde fuera el Mundial?

–Todo jugador de rugby sueña ir a un Mundial. Sabía que se me había ido la posibilidad de jugarlo, pero mientras lo miraba no estaba al 100% físicamente, tenía algunas secuelas de la rodilla y me faltaba ritmo. No estaba preparado para jugar un mundial, no estaba en el nivel. Por otro lado, tenía clavada la espina de que si no me hubiera pasado había podido dar pelea por estar. Obviamente, fui un hincha más de los Pumas.

–Después de jugar tres mundiales juveniles, ¿te costó la inserción en el rugby profesional?

–Me costó mucho la etapa de la pandemia. Había hecho un proceso muy bueno y quería culminarlo llegando a Jaguares, pero la pandemia mató todo eso. Después de estar en equipos de la UAR, pasar al de Colombia [Cafeteros Pro] fue difícil para mí. La Superliga Americana de Rugby de 2021 fue dura. Éramos un plantel de 30 jugadores; 10 argentinos y 20 colombianos. Al no ser un deporte tan conocido en Colombia, ellos no tenían muchos recursos de juego y era bastante difícil formar un equipo. Pero viéndolo con el tiempo, pienso que fue una gran experiencia en lo personal. Fui capitán, jugué mucho y sentía que estaba en un buen nivel, más allá de que los resultados fueron difíciles.

–¿Por qué decidiste irte a la liga de Italia, que está lejos del radar de los entrenadores de los Pumas?

–Después de esa experiencia en Colombia hice un clic y dije que quería vivir del rugby. Quería ser un jugador profesional y en Argentina no existía el profesionalismo; está empezando, pero tiene lugar en los primeros seis meses del año, y en los otros, no. Yo quería vivir 100% del rugby y traté de irme afuera. Es difícil irse al exterior, sobre todo desde el rugby tucumano, que no tiene mucha visibilidad. Entonces acepté la oferta de Valorugby Emilia, del Top 10, de Italia, siempre con la idea de que, si me iba bien, podía dar un salto a las franquicias que juegan el URC. Así fue.

Como un déjà vu: Gonzalo García empezó a jugar al rugby a los 4 años, y ahora proyecta familiarmente su pasión.
Como un déjà vu: Gonzalo García empezó a jugar al rugby a los 4 años, y ahora proyecta familiarmente su pasión.Instagram

De fullback a medio-scrum

A los cuatro años lo metieron a una cancha de rugby. Su papá jugó hasta los 40 en la primera de Natación y Gimnasia. Gonzalo se crió en el club. Insistente e inquieto, convenció a su familia y a los entrenadores de comenzar temprano. “Yo tengo un hermano dos años mayor y él jugaba a los seis. Yo quería jugar con él y empecé con cuatro… Siempre fui un kamikaze, me gustaba estar detrás de la pelota. De chico, cuando me sacaban me largaba a llorar, porque quería jugar siempre. No entendía que tenían que jugar todos y que era para divertirse”, ríe.

–¿Siempre jugaste de medio-scrum?

–Jugué todas las divisiones juveniles como fullback y algunos partidos como centro. Iba alternando. En el primer Campeonato Argentino M-20 jugué de wing o fullback, y cuando terminé ese torneo me llamaron del Pladar, pero me dijeron que me convocaban para cambiarme de puesto. Me explicaron que veían futuro en mí en ese puesto. Con la ambición de seguir creciendo, les dije que sí.

Sin Gonzalo Bertranou (ahora, en la liga de Estados Unidos) y Lautaro Bazán Vélez (de regreso al seven), García es el candidato principal a ser el medio-scrum titular de los Pumas.
Sin Gonzalo Bertranou (ahora, en la liga de Estados Unidos) y Lautaro Bazán Vélez (de regreso al seven), García es el candidato principal a ser el medio-scrum titular de los Pumas.UAR

–¿Quién te lo propuso?

–Gastón Conde, que era el entrenador de Pumitas, había hablado con Ricardo Le Fort, que era el encargado del Pladar en el NOA. Habían visto un buen futuro en mí, pero yo tenía que cambiar de posición por la altura, el tamaño y las condiciones. Ricardo me preguntó si yo estaba de acuerdo, y cuando le respondí que sí, me dijo que iba a ayudarme. Entonces empecé a practicar como medio-scrum, con las destrezas que nunca había utilizado. Después, cuando volví al club, ya jugué siempre de 9.

–¿Se lo agradecés a Ricardo cuando lo ves?

–A Ricardo le agradezco todo el apoyo que me dio. Cuando me lo cruzo en Tucumán hablamos, tenemos una buena relación. Siempre fue sincero conmigo. También agradezco a algunos entrenadores de Natación y Gimnasia que me decían que tenía que jugar de medio-scrum y, sobre todo, a los jugadores del Pladar de ese momento, que me ayudaron muchísimo. Compartí con Domingo Miotti, Santiago Resino, Stefano Ferro, y me ayudaban con la destreza del pase: cómo quería la pelota un apertura, los tiempos, cómo correr la base… Eso me ayudó: la visión que tenía un jugador sobre un medio-scrum.

Las destrezas de Gonzalo García como medio-scrum

–En el 2016 cambiaste de puesto y en el 2017 ya te convocaron para un mundial juvenil, dos años adelantado…

–No esperaba que me convocaran tan temprano, al ser un cambio tan reciente. No me sentía tan cómodo con las destrezas del puesto. Soy tan afortunado de haber vivido tres mundiales juveniles con tantos jugadores que hoy se me hace muy fácil a la hora de estar en los Pumas, porque conozco a casi todos. Desde Bauti Delguy y [Marcos] Kremer en el 2017, hasta el último en el 2019, que jugué con Gerónimo Prisciantelli, [Ignacio] Mendy y [Bautista] Pedemonte. Se me hizo mucho más fácil cuando entré a los Pumas.

Mensaje al resto del grupo tras una derrota de los Pumitas

–¿A qué medio-scrums mirás para mejorar tu juego?

–Miro mucho las destrezas de los medio-scrums. Obviamente me gusta [Antonie] Dupont, el mejor jugador del mundo. Me gusta cómo corre la base cerca del ruck y cuando tiene que soltar la pelota. Me encanta Gibson Park [de Irlanda], por cómo la pasa desde abajo, en un movimiento, y por la firmeza de su pase. Antes veía muchísimo a Aaron Smith [de Nueva Zelanda], su pase y, sobre todo, su pie. Me impresionaba cómo siempre pateaba igual.

–A Dupont le arrebataste dos veces la pelota en el último test, en noviembre. ¿Lo tenías analizado?

–Lo había estudiado mucho. No porque fuera Dupont, sino porque a todos los rivales contra los que juego trato de estudiarlos mucho, para ver en que puedo complicarlos. Contra Francia me sirvió.

Su tarea en noviembre contra Francia y los dos robos a Dupont

–¿Está cambiando el juego del medio-scrum?

–Sí, cambió un montón. Yo mismo estoy aprendiéndolo; no llevo tantos años jugando de 9. Tenía el chip de que era llegar al ruck y pasar la pelota, pero ahora me doy cuenta, cuando veo a Dupont correr cerca del ruck, por ejemplo, de cómo duda la defensa. De cómo ver los espacios y lanzar a los forwards a esos espacios. Son cosas que voy estudiando, y voy dándome cuenta de la transformación del rugby, sobre todo en la posición del 9. También hay mucha más importancia del juego con el pie.

Consolidación en los Pumas

Corrió mucha agua debajo del puente entre su debut con la camiseta de los Pumas y su regreso. De su presentación contra All Blacks, en el 2021, en un Rugby Championship en burbuja, hasta su vuelta ante una potencia, Wallabies, en agosto de 2024 en La Plata. “No estaba pensado que entrara como wing en mi debut. Eso me quitó un poco de nervios; jugaba más libre. Como diciendo «hacé lo que puedas, lo que sabés». Fue algo de locos; nunca esperé debutar en un puesto en el que no jugaba desde hacía mucho. Me acuerdo de que me ayudaron mucho Tute Moroni y Emi Boffelli. Me daban indicaciones tácticas: retrasarme un poco con las patadas, subir… Iban ubicándome”, cuenta.

–¿Qué diferencias encontraste entre tu primera etapa y la segunda?

–En el 2021 estuve en dos giras, nada más. Era todo nuevo. En el 2024 estuve desde el comienzo del año, con una minipretemporada. Fue totalmente diferente; estoy en otra etapa de mi vida. Ahora comparto más con los jugadores de mi camada. Me sentí más afianzado al final del año. No volví con esa confianza que tenía en mí mismo y fui construyéndola. Terminé más suelto.

Listo para recibir la pelota en un captains run en el Stade de France
Listo para recibir la pelota en un captains run en el Stade de FranceJuan Gasparini/Gaspafotos/Prensa – Juan Gasparini/Gaspafotos/Prensa

–Pasaste de Mario Ledesma a Felipe Contepomi…

–Los dos están en el detalle y la perfección para ganar un partido. Se enfocan mucho en hacer bien lo simple para estar palo a palo con las potencias. Tienen como similitud también la exigencia al plantel para llegar a ser uno de los mejores seleccionados del mundo. Hacen crecer al máximo.

–¿Cómo viviste el triunfo contra Springboks, campeón del mundo, en Santiago del Estero, cerca de tu natal Tucumán?

–Fue muy especial. Fue toda mi familia, incluidos mis tres abuelos. Hasta el año pasado nunca había experimentado lo que era jugar un partido de los Pumas en Argentina, con la cancha llena. Esa tarde, cuando entregué el penal que Sudáfrica pateó a los palos sobre el final, quería morirme, realmente. Sentía que había tenido un buen partido, y terminarlo así… Estaba muy mal cuando me levanté del piso. No sabía dónde esconderme. Dios quiso que esa patada de Sudáfrica no entrara.

–Y dos minutos después pescaste la pelota que valió el triunfo.

–Uno no piensa en recuperar la última pelota; es simplemente seguir el sistema defensivo y brindarse al equipo hasta el final. Me llevé esa pelota y le dediqué ese triunfo a mis familiares. Después de tantos años fuera del plantel, volver y estar con ellos fueron algo especial.

"Después de tantos años fuera del plantel, volver y estar con ellos fueron algo especial", alude García a sus familiares, que presenciaron el triunfo argentino sobre Sudáfrica en Santiago del Estero, cerca de su Tucumán.
«Después de tantos años fuera del plantel, volver y estar con ellos fueron algo especial», alude García a sus familiares, que presenciaron el triunfo argentino sobre Sudáfrica en Santiago del Estero, cerca de su Tucumán.Instagram

–¿Qué implica haber terminado el año con Tomás Albornoz, conformando una pareja de medios 100% tucumana?

–Llegamos a jugar juntos en Tucumán el Campeonato Argentino. Estamos todo el día hablando, tenemos una gran amistad desde hace muchos años. Volver a compartir la pareja de medios con él fue lindo, y a mí me hizo más simple la tarea: él tiene mucha experiencia y lo conozco bien. Ayuda a mejorar y a que el equipo funcione. Hablamos el mismo idioma.

Tomás Albornoz y Gonzalo García, una pareja de medios 100% tucumana que puede adueñarse de la conducción de los Pumas en la cancha; "hablamos el mismo idioma", celebra el medio-scrum.
Tomás Albornoz y Gonzalo García, una pareja de medios 100% tucumana que puede adueñarse de la conducción de los Pumas en la cancha; «hablamos el mismo idioma», celebra el medio-scrum.UAR

–¿Qué metas empezaron a plantearse para el 2025?

–El primer objetivo mío es ser convocado para los partidos. Como equipo queremos seguir subiendo la vara: el año pasado mostramos que somos un equipo peligroso, que puede estar en el top 3 del mundo. Es fundamental no estancarnos y seguir subiendo escalones.

–¿Creés que va a haber más estudio de los rivales a los Pumas?

–Sí, sin dudas. Más allá de los resultados, por la forma en que jugamos y cómo vivimos los partidos. Podemos perder, y se va a seguir perdiendo partidos, pero la clave es que siempre jugamos hasta el minuto 80, dando pelea hasta lo último. Es importante que ésa sea la cara de los Pumas para éste y los próximos años.

Fuente: Nicolás Casanova  LA NACION – Fotos: Gaspafotos/MB Media – Getty Images Europe – Juan Gasparini / Gaspafotos – UAR – Instagram – Juan Gasparini/Gaspafotos/Prensa – Juan Gasparini/Gaspafotos/Prensa – LA NACION Deportes – Videos:Gonzalo Garcia@gonzalogarcia5163 Canal Deporte Total@canaldeportetotal147-

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