El equipo de Almirón superó al Lobo 3-1 con goles de Merentiel, Medina y Benedetto.

Boca hace rato desea ponerle punto final al semestre, puntualmente por el flojísimo desempeño en la Liga Profesional. En la Copa Libertadores todo fue mejor, por eso se apunta más que nunca a ese anhelo. Ya sale a jugar, como este domingo en el Bosque, ante Gimnasia, con jugadores conscientes de que esa camiseta azul y oro que hoy tienen puesta (casi) con total seguridad, en el lapso de apenas tres semanas la vistan menos veces o directamente se la cambien por otra.

Especialmente, se trata de una sensación basada en los más jóvenes. Es que, además de las incorporaciones que ya están a punto de arribar en algunos casos, Jorge Almirón está esperando con ansias que su tropa se alimente de otros nombres que no ha podido disfrutar al máximo. Este ciclo parcial, que sumó su vigésimo compromiso, se ha caracterizado por los parches y la necesidad de ir probando y buscando respuestas: la ola de bajas y niveles que han jugado al subibaja fueron constantes.

El entrenador quiere empezar a prescindir del 4-1-4-1 que patentó para “sobrevivir” y sí utilizar su predilecto 4-3-3. No varía mucho, es cierto, pero los volantes por los costados los desea unos metros más adelantados y eso, seguramente, precisará del cambio de algunos nombres.

Por eso, en las próximas horas Lucas Janson estamparía la firma tras el acuerdo entre Boca y Vélez. Quisieron a Facundo Colidio de nuevo en el club, pero el chico no tuvo los mismos gustos y desistió. Cualquiera fuera, la mira del técnico estuvo clara: un extremo por la izquierda. Nada de doble ‘9′, por más que este domingo haya funcionado mucho mejor con Luis Vázquez y Miguel Merentiel, autor de un gol. Casi a la par también caerá Lucas Blondel, lateral derecho por el que negociaron con Tigre: un pedido que, cuentan, es absoluto de Almirón.

Entonces, arranca el retoque. Marcelo Weigandt parece asentado, sobre todo, desde que el propio DT ideó a Luis Advíncula como volante por derecha y produjo un gran tándem entre ellos. También es verdad que “Chelo” tiene mucho ímpetu, pero asimismo revoluciones que están muy arriba. Con la llegada de Blondel perderá su lugar. Probablemente, sea parte de un traspaso.

Lo mejor del partido

Nicolás Valentini, por zurdo y suplente natural de Marcos Rojo (al que Almirón sueña con poder empezar a usarlo), tuvo mucho lugar. No colmó las expectativas por fallas conceptuales que reincidió una y otra vez. Se busca la incorporación de un zaguero.

La verdadera incógnita pasa por Valentín Barco. Se ganó, a partir de la apuesta del propio Almirón, ser tenido muy en cuenta. Ahora bien, el cómo es lo principal. Con extremos bien marcados, ya se apaga esta actualidad de volante por izquierda. De ‘3′ no conformó. ¿Entonces? La mirada pasa por uno de los dos volantes internos. No sólo para él, sino con otros nombres en el análisis.

Porque ese lugar era una de las prioridades a reforzar, algo que parece ir bajando el precio. Hay un joven que ya se quedará indiscutiblemente con uno de los dos lugares de volante ofensivo: Cristian Medina, que hizo el segundo de la goleada y otra vez fue figura. El compañero está en veremos.

“Pol” Fernández, por capitanía, experiencia e importancia para Almirón en el plantel actual, parece un número puesto, pero su rendimiento varía. Barco tiene visión, ataque, técnica, esfuerzo. Y apoyo de la gente. Sin embargo, también está “Equi” Fernández, aunque dio menos de lo proyectado y se quedaría siendo un recambio. Además, en las últimas horas le avisaron a Platense que harán opción de la repesca por Vicente Taborda (22 años), un delantero que, al mismo tiempo, entiende de dinámica y claridad para romper espacios desde atrás.

Vázquez sabe que Boca empieza a entusiasmarse con la posibilidad de Edinson Cavani. Si el padre afirmó en estos días que, cuando volvió Darío Benedetto (2022), el ánimo del N°38 se vino abajo, con semejante nombre puede ir analizando otros horizontes. Por ejemplo, Anderlecht, de Bélgica, insiste por él y el Consejo lo vendería. Así como a Alan Varela, el ‘5′ de Almirón, pero que –al mismo tiempo- solicitó el regreso de Jorman Campuzano para ese puesto. Y si Porto, de Portugal, sigue subiendo sus millones de dólares para comprarlo…

Con la vuelta al gol de Darío Benedetto (se verá si tiene ganas de quedarse), Boca ganó 3-1 y venció de visitante después de tres caídas y un empate. Ansía el nuevo comienzo. Incluso, con las vueltas pendientes de Exequiel Zeballos (fue al banco) y Luca Langoni, extremos con los que Almirón quiere contar. Para que su equipo tome otra forma bastante diferente.