El equipo de Gorosito mejoró notoriamente en el segundo tiempo y derrotó 2-1 al elenco cordobés, que terminó con 9 jugadores por las expulsiones de Enzo Díaz y Ramiro González Hernández; Herrera le desvió un penal a Alemán.
LA PLATA.- El partido, a pesar de que cruzó a dos equipos que no llegaban bien posicionados, contó con tres lindos atractivos: un sentido homenaje a Veteranos de la Guerra de Malvinas, el debut del VAR en la ciudad de La Plata y la presentación del entrenador portugués Pedro Caixinha como entrenador de Talleres. En ese cruce, interesante por el contexto, el que festejó fue Gimnasia. El Lobo lo dio vuelta en el complemento y ganó 2-1 gracias a los goles de Cristian Tarragona y Brahian Alemán (Matías Esquivel había abierto el marcador en el capítulo inicial). Fue un encuentro entretenido y cambiante, con emociones hasta el final: en el último minuto de descuento, Guido Herrera le tapó un penal al propio Alemán.
Gimnasia, motivado por el empate agónico en el clásico, comenzó con la intención de ser vertical y ahogar al rival. Sin embargo, la falta de precisión de sus jugadores atentó contra el plan de Néstor Gorosito. El equipo cordobés, en cambio, se fortificó con el correr de los minutos; empezó con paciencia aunque sin profundidad, pero en el cierre del primer tiempo comenzó a hallar grietas en la defensa local.
Durante la etapa inicial, el futbolista más preponderante resultó Esquivel. El mediocampista ofensivo de la T se mostró inquieto, participativo y siempre representó un problema para el Lobo. Además de su buen desempeño en la primera mitad, él fue quien puso el 1-0. Gimnasia quedó mal parado, Talleres aceleró y el volante creativo no perdonó: avanzó y, cuando detectó el hueco, definió con justeza.
El gol visitante produjo un estallido de bronca. Los hinchas, enojados con Gorosito, pidieron a los chicos surgidos de las divisiones inferiores –esos que habían cambiado la ecuación contra Estudiantes– y el clima se tornó denso. Espeso. Todo hubiese emporado si en la última jugada antes del entretiempo, Rodrigo Villagra (sin marca y cerca del arco tripero) hubiera metido un cabezazo que salió un metro desviado. No ocurrió y el trámite dio un giro…
En el inicio del complemento brotó el VAR en todo su esplendor. En una jugada muy fina, Tarragona quedó mano a mano y definió suave. Con maestría. Los simpatizantes gritaron, pero luego tuvieron que aguardar durante un puñado de minutos. Hubo varias revisiones y el chequeo se hizo extenso, hasta que finalmente Fernando Echenique señaló la mitad de la cancha. La gente, todavía desacostumbrada a estas situaciones, gritó de nuevo. El 1-1, entonces, se llevó dos aullidos; el del gol y el de la confirmación.
Unos instantes después cayó el tercer alarido local, el del 2-1. El zurdo Alemán ejecutó un tiro libre desde la derecha (mitad centro y mitad tiro al arco) nadie la desvió y la pelota ingresó junto a un palo. En el segundo tiempo el partido mutó por completo: sorprendente evolución de Gimnasia y, también, llamativo derrumbe de Talleres.
Lo mejor del partido
El gran protagonista de este cambio del Lobo fue Lautaro Chávez, quien ingresó y le modificó el semblante a todo el equipo. Uno de los futbolistas que reclamaban los hinchas. Un pibe que, como en el clásico platense, se convirtió en solución.
Cuando promediaba la segunda parte, la T sumó otra complicación: Enzo Díaz recibió la segunda tarjeta amarilla, la roja correspondiente, y dejó a la visita con un jugador menos. En el cierre, con más enjundia que ideas, Talleres lo buscó. No hubo caso y encima sufrió la segunda expulsión por la roja a Ramiro González Hernández.
Gimnasia se abrazó al triunfo, el segundo en esta Copa de la Liga, y ahora se ilusiona con una buena racha que lo meta entre los cuatro mejores de su zona. Ni siquiera el penal que falló Alemán en tiempo de descuento (atajó Herrera) provocó una mueca de malestar en el Tripero.
Para la T, que el miércoles debutará en la Copa Libertadores, la sensación es bien distinta. El conjunto cordobés se desinfló y deberá mejorar mucho si pretende pisar fuerte en el plano internacional..