En La Plata, el equipo de Fernando Gago cayó por los goles de Eric Ramírez, Brahian Aleman (2); había igualado Copetti parcialmente.
Para la excursión al Bosque de La Plata, Fernando Gago decidió tocar el tradicional 4-3-3 que suele presentar Racing. Al entrenador le preocupaban los extremos punzantes del equipo de Pipo Gorosito, Lautaro Chaves y Ramón Sosa. Le hizo un lugar a Eugenio Mena y dejó sentado en el banco a Edwin Cardona. Gago agregó un zaguero para no jugar mano a mano en el fondo, algo que ya le trajo dolores de cabeza a la Academia. Con el cambio de dibujo, el equipo salió a jugar con la misma cara de siempre.
De entrada fue un equipo protagonista, dinámico, que con un par de asociaciones lograba posicionarse cerca del arco de Gimnasia. Pero sumar un defensor no le alcanzó para ser un equipo más seguro. Con muy poco logran lastimarlo. Gimnasia lo tenía claro. Y lo aprovechó.
Gago protestó la infracción que Yael Falcón Pérez cobró sobre Chávez a 30 metros del arco. Sabía que la pegada del uruguayo Braihan Alemán es peligrosa. Un error del arquero Gastón Gómez cuando salió a cortar ese centro le dio otra chance al número 10, esta vez desde el tiro de esquina. El Lobo ganó dos veces en el área y a los cinco minutos ya estaba en ventaja, aunque parecía que la Academia dominaba el juego.
El visitante lo empató gracias a un gol que inventó Enzo Copetti, a pura potencia, para ganar un rechazo y definir. En todo el primer tiempo Racing dio más de 257 pases pero su jugada más clara llegó tras ese pelotazo que aprovechó su número 9. Con el partido igualado parecía que ahora sí la Academia podría hacer pesar su dominio del trámite. Pero el empate duró poco. Eric Ramírez fue a buscar contra la raya de fondo un largo envío a la espalda de Facundo Mura. El lateral le solucionó todo con una carga por la espada, que Falcón Pérez interpretó como penal. Aleman lo pateó con convicción y marcó el 2 a 1.
La jugada del partido pudo estar en los pies de Emiliano Vecchio. El ex Rosario Central aprovechó la interrupción del árbitro para informarle a los capitanes que el VAR no funcionaba en el Bosque y sorprendió con un intento de gol olímpico con un remate de tres dedos desde el tiro de esquina. El derechazo agarró desprevenido al arquero Rodrigo Rey, pero lo salvó el travesaño.
Justo un minuto después de que Falcón Pérez avisara que no habría revisión de las jugadas, Enzo Copetti cayó en el área tras anticipar a Leonardo Morales. El árbitro interpretó que no hubo falta, sin que el VAR pueda intervenir desde Ezeiza. A partir de ahí, Racing perdió la cordura. Y el Lobo otra vez clavó los dientes ante un error. El Chila Gómez rechazó pifiado y la pelota cayó en el pecho de Ramírez, a quien le cometieron falta. Otra vez había casi 30 metros entre la zurda del uruguayo Aleman y el ángulo del arco visitante. Esta vez el número 10 imaginó un puente perfecto. Golazo.
Lo mejor del partido
Con el 1-3, Gago ya había mandado a la cancha a Edwin Cardona en lugar de Mena, la inversa del cambio que ideó antes del partido. En desventaja, Racing jugaba con cinco volantes posicionales juntos: Aníbal Moreno, Jonathan Gómez, Leonel Miranda, más los ingresados Cardona y Vecchio. Con Gabriel Hauche y Carlos Alcaraz lesionados, más la ausencia del suspendido Tomás Chancalay, el plantel académico tiene pocas opciones con cambio de ritmo en ataque. Por eso termina acumulando futbolistas de la misma estirpe, aunque no parezcan los más indicados para dar vuelta un partido. El arco de Rey siempre le quedó lejos a Racing. Y el resultado también..