El Lobo se recuperó y volvió al triunfo luego de tres partidos; el 2-0 sobre el Decano en el Bosque se cerró con una jugada en la que un jugador visitante impidió el gol de un compañero.
Gimnasia y Esgrima le ganó en La Plata por 2-0 a Atlético Tucumán, por la sexta fecha de la Zona B de la Copa de la Liga y cortó una racha de tres partidos sin victorias. Marcelo Weigandt abrió la cuenta a los 9 minutos del primer tiempo y el colombiano Johan Carbonero anotó el segundo a los 30 de la segunda etapa para sellar el éxito del Lobo en un encuentro en el que el visitante desperdició varias ocasiones claras, una de ellas de manera insólita. Fue el blooper del torneo.
En un entretenido primer tiempo, con un campo de juego rápido por la lluvia caída durante la mañana y mucho ida y vuelta, Atlético Tucumán tomó la iniciativa pero Gimnasia logró convertir en su primera oportunidad. Con la ventaja, el equipo conducido por Leandro Martini y Mariano Messera apostó a ganar los espacios que dejó la visita para ir a buscar el empate y se adueñó de las acciones.
Gracias a la velocidad de Carbonero, y la ductilidad de Brahian Alemán y Matías Miranda, el Lobo se mostró más peligroso en ataque que su rival. Pudo ampliar la diferencia a los 29 minutos, cuando Carbonero recibió una habilitación de Matías Melluso para ingresar al área en velocidad. Sin embargo, el colombiano demoró la definición, dejó que la defensa rival se acomodara y se perdió una chance muy clara ante Cristian Lucchetti.
El resumen del partido
Por su parte, el equipo dirigido por Omar De Felippe respondió con algunas jugadas de peligro, aunque la buena actuación del arquero Rodrigo Rey y un blooper increíble le impidió la igualdad en el primer tiempo y el descuento en el segundo. Las más claras fueron dos remates de Ramiro Carrera en los que intervino Rey: en la primera, el guardameta la tocó y la mandó al córner; en la segunda, la contuvo con sus dos manos.
Además, un cabezazo en el primer palo de Santiago Vergini, tras un córner desde la derecha de Augusto Lotti, se fue apenas por encima del travesaño, cuando estuvo cerca de poner el 1-1. Hasta que cerca de final, el propio Lotti fue protagonista involuntario de una acción que dejaría en evidencia que no era la tarde del Decano: Leonardo Heredia encontró la pelota suelta en el área, con Rey desparramado, y su remate dio en la parte baja de la espalda de su propio compañero. Increíble.
El equipo platense, que venía de dos empates (1-1 en su visita a Unión de Santa Fe y 1-1 ante Defensa y Justicia) y una derrota (0-1 frente a Independiente), se reencontró con la victoria en casa. Y Atlético apenas ganó uno de los seis partidos, y paga caro su falta de puntería.