Ganó 2-1 con goles de Merentiel y Loaiza. Tissera había marcado el empate transitorio para el Calamar.

Fue la primera vez que Defensa y Justicia y Platense se encontraron en la máxima categoría. Y el estreno se dio con un partido muy entretenido, con propuestas valientes, que pudo haber tenido varios goles más y que el local lo ganó por ser contundente ante un rival que no estuvo fino en las áreas.

Desde el arranque, Platense dejó en claro que no iba a dejarse someter por la dinámica que suele imponer Defensa en su cancha. Liberaba a los defensores locales para el primer pase, pero presionaba en tres cuartos para impedir que el equipo de Beccacece pudiera triangular.

Cortaba y se desplegaba el Calamar. Principalmente por derecha, por donde se movió Tijanovich y se proyectaba Schott. Dos veces le tapó el gol Unsain a Mansilla, primero con un cabezazo desde el área chica que el delantero no pudo esquinar y después con una volea que encontró al arquero tapado y reaccionó a puro reflejo.

Las estadísticas a veces reflejan lo que fue el trámite. Y los ocho córners que tuvo Platense en la primera mitad (Defensa no tuvo) marcaron quién llevó las riendas.

En la segunda parte se rompió rápido el marcador y eso desató el partido, que fue de un arco a otro, casi sin marca en el medio. Platense ya no estaba tan sólido, la pelota pasaba poco por Lamberti, las líneas empezaron a estirarse y Defensa pudo acelerar, jugar a su ritmo, hacer lo que más le gusta: atacar.

Cuanto más prolijo y cerrado fue el encuentro, mejor encajó con la idea del visitante. Cuando se desarmó y bajaron el nivel de concentración, funcionó mejor el libreto de Defensa.

Para esa levantada fue clave que Hachen y Kevin Gutiérrez, de gran segundo tiempo, coparan el medio y pudieran pisar el campo contrario más seguido. A los 9 minutos, en un centro exacto de Pizzini por derecha, Merentiel avisó que el local no iba necesitar de muchas llegadas para ser letal y la mandó a guardar en la primera acción a fondo del partido.

Platense no abandonó la búsqueda pero recién en la cuarta ocasión clara que tuvo (un bombazo de Mansilla dio en el travesaño) pudo empatar con el remate de Tissera que se desvió en Tripicchio. Y esa diferencia de firmeza en las áreas fue la que inclinó la balanza para el local.

Cuando el partido estaba para cualquiera, Sebastián Beccacece se ganó un pleno con los cambios. Mandó a la cancha al Cholo Benítez, el emblema de Varela que estuvo en los peores momentos y que también formó parte de la gloria continental. El zurdo fue el más lúcido cuando el área parecía un flipper tras una floja salida del arquero Ojeda. Clarificó todo con un taco y le dejó la pelota a Loaiza, otro ingresado, que giró rápido y puso el 2-1.

En la última bola del partido, Sandoval de cabeza casi salva el invicto de Spontón (tres empates y dos triunfos). Y hubiera sido merecido el empate para Platense, que supo encontrar solidez desde la llegada del nuevo entrenador y que ni siquiera en los tramos del partido en los que fue superado perdió la línea.

Para Defensa es el tercer triunfo al hilo de local. Después de un arranque inestable en el torneo, se acomodó con su estilo y hace cinco encuentros que no pierde.

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