Fecha 11 - Newell's venció a Banfield con un penal de García y trepa en la tabla

En Rosario, el equipo de Sanguinetti se impuso por 1-0 por la definición desde los doce pasos del delantero y se metió entre los cuatro de arriba.

Sin lucir, pero mostrándose como un equipo práctico, intenso y efectivo, Newell’s volvió a ganar en Rosario –se impuso en cinco de sus seis presentaciones en casa– y consolidó su lugar en zona de clasificación para la próxima fase de la Copa de la Liga Profesional.

El local terminó consiguiendo la ventaja y justificando la victoria por 1 a 0 ante Banfield en el complemento, haciendo pesar en el juego el hombre de más que tuvo desde el final de la primera etapa por la expulsión de Gregorio Tanco.

Banfield arrancó mejor plantado en el partido, intentando jugar lejos de su propio arco y manejando la tenencia de la pelota. Urzi por izquierda, las proyecciones de Abecasis por la otra banda y el trabajo de Cruz en el centro se convertían en los argumentos de la visita para manejar el juego.

https://twitter.com/LigaAFA/status/1516848791768416257?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1516848791768416257%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com%2Fdeportes%2Fnewell-s-vs-banfield-copa-liga-horario-tv-formaciones_0_VKWVVN91GS.html

Newell’s parecía estar agazapado, intentando que su juego directo le diera algún rédito en una salida rápida. Al manejo de Banfield intentaba oponer la sabiduría de Pérez para manejar los tiempos, jugar y distribuir, además de la movilidad de Reasco y Sordo, que rápidamente debió abandonar el juego por una lesión.

Le costó al local ir acomodándose al partido hasta tomar las riendas. De hecho, a los 22’ el regresado Arboleda evitó que Banfield abriera el marcador. Una pelota de Andrada cruzó el área y el arquero tapó con el cuerpo un cabezazo de Cruz.

Recién a los 30’ Newell’s tuvo una aproximación clara, con un remate de Dita que desvió Bologna.

En ese tramo el local ya se mostraba como dominador. Al menos lograba terciar en la posesión del balón y aprovechando la pelota parada arrinconó a su rival.

En esos minutos finales de la primera etapa ocurriría una acción clave para el encuentro: Tanco recibió la segunda tarjeta amarilla –luego de cometer dos faltas en diez minutos– y dejó a su equipo con diez.

Banfield ya no volvió a ser el mismo. Dabove retiró a los dos delanteros, reacomodó el equipo para resistir y ya no inquietó a Newell’s, que olfateó a su adversario herido y fue a buscar la diferencia.

Vangioni, ingresado en el inicio del complemento, le dio más vigor y opciones al ataque con sus trepadas por izquierda.

Dabove volvió a cambiar –esta vez en el medio, con el ingreso de Galoppo y Romero– al advertir que Newell’s manejaba las riendas del partido con claridad, pero no logró revertir la tendencia. Sanguinetti también movió fichas: Castro saltó a la cancha para distribuir y profundizar. Ese cambio, como el ingreso de Vangioni, fue otro aporte favorable para el local.

Finalmente, Newell’s encontró la ventaja que buscaba y que merecía a los 23’. Garro profundizó para García, que fue derribado por Gissi en el área. El ex delantero de Unión convirtió el penal con un remate al centro del arco.

Nada cambió hasta el final. Banfield no lograba articular progresiones ofensivas y Newell’s sostenía el partido en campo rival, manejando la pelota. La mejor receta para evitar sobresaltos.

Hubo apenas un espasmo de la visita en el cierre, buscando con desesperación un empate por el que prácticamente no había hecho nada: Galoppo remató desde afuera del área en tiempo de descuento y Arboleda contuvo contra el palo. Fue el único instante de zozobra del local en todo el complemento.

Newell’s ganó con modos que ya le son habituales: con lo justo, pero exhibiéndose como un equipo competitivo. Suficiente para vivir un tiempo de sonrisas.