A dos semanas del reinicio de la actividad, el entrenador cuenta cómo se repuso tras la frustración del Mundial 2019 y revive el histórico triunfo ante All Blacks, eclipsado por la polémica con Pablo Matera. Además, explica por qué le pidió una reunión al senador Esteban Bullrich.
A Mario Ledesma le encantan las frases. Y en la templada mañana de junio de Casa Pumas, en Maschwitz, sabe que el interlocutor espera por una. Entonces sonríe y pronuncia una de Imanol Ibarrondo, un pionero del coaching deportivo español: “El tipo que no es feliz con lo que tiene, difícilmente sea feliz con lo que le falta”.
“¿Cuántas frases tengo? Muchas y están buenísimas. Los latinos usamos muchas palabras para explicar algo que los sajones explican en sólo una. Por eso el español es tan rico”, cuenta en el medio de la charla de dos horas en la que fluyen todos los temas. Y entre ellos, el central, el de Los Pumas, por supuesto, el equipo que dirige desde 2018 y por el que ya pasó por todos los estadíos posibles.
-Con vos al mando, el seleccionado argentino fue de la decepción mundialista a la alegría del primer triunfo de la historia ante los All Blacks. Hay que ir por partes. Entonces, ¿ya quedó atrás Japón 2019?
-Hicimos un laburo muy rápido después del Mundial. Nos tomamos un tiempito para lavar un poco la cabeza. Primero, el staff y yo, en particular. Era muy importante hacerlo. Yo había hecho terapia pero poco. Y sentí que necesitaba herramientas, que me estaba quedando corto para sanar. Fue todo durísimo, durísimo, durísimo en muchos sentidos. En el 2018 pasamos seis, siete meses afuera de casa con Jaguares y Los Pumas, hubo una final de Súper Rugby. Nos generamos un montón de expectativas para el Mundial. Y las cosas no salieron.
Mundial de Rugby 2019. La frustración de Los Pumas al caer contra Francia. Foto: German Garcia Adrasti / Enviado Especial
-Antes de viajar a Japón le dijiste a Clarín: “Podemos ser campeones del mundo”. ¿Te arrepentís?
-Lo dije pero arrepentirse no sirve. Sí hay que aprender. Ahora, si diez días antes del Mundial de Francia me hacés la misma pregunta, no sé si respondería igual. Fuimos con ese sueño. Después había que transformarlo en objetivo a través de los partidos. No me duele haberlo dicho y que la gente piense tal o cual cosa. Me duele que las cosas no salieron. Y lo que más me dolió es saber que estábamos para más y no cumplimos el objetivo que nos habíamos planteado los jugadores y nosotros. Hay muchas cosas que se deben decir adentro del grupo y después hay que comunicarlas de manera diferente para afuera. Y hay que comunicar bien porque si uno conserva cierta discreción genera energía dentro del grupo. Lo importante es que todo lo que hagas como entrenador debe generar esa energía positiva.
-Hablás de sanar, de limpiar. ¿Qué significa eso?
-Tiene que ver con mirar para adelante. Por eso no me quiero detener demasiado en el Mundial 2019. Se hizo un muy buen laburo dentro del staff, el staff y los jugadores, los jugadores solos. Un psicólogo, Ernesto García González, nos ayudó mucho y logramos empezar con la página en blanco. Nosotros y ellos y sin tener la mochila que nos condicione. No tener la mirada que nos condicione. La verdad es que estuvo muy bueno y fue enriquecedor.
-¿Te duelen las críticas?
-Sí. La familia no me lo hace saber cuando me critican. Aunque mi vieja sí, cuando lo hacen en las redes sociales.
Triunfo de Los Pumas frente a los All Blacks en Sydney fotos Villarpress
-Pero un año después del Mundial y de las críticas, Los Pumas tuvieron un gran Rugby Championship.
-Y me dio lástima por el equipo que no hubiera un reconocimiento a la mejor gira y al mejor Rugby Championship por cómo se preparó todo, por la falta de equidad entre los tres participantes. Nosotros hicimos cuarentena y ellos no. Nosotros jugamos seguidos los cuatro partidos y los All Blacks y los Wallabies tuvieron descanso entre partido y partido. En otro momento, todo el rugby nos hubiera ido a buscar a Ezeiza. Me quedo con que Los Pumas, otra vez, reaccionaron bien ante la adversidad. Nos había pasado a nosotros en el 2006. El jugador argentino, ante la mala, se une. Y lo importante es el aprendizaje. Hay que tomar las adversidades como una oportunidad para unirse y para fortalecerse.
-Una de las consecuencias de lo malo que pasó fue la destitución de Pablo Matera como capitán por sus viejos tuits racistas y xenófobos que fueron recordados en pleno viaje. ¿Qué opinás de la decisión de los dirigentes de quitarle la capitanía?
-Hay que respetar la institucionalidad y no es mi lugar opinar en este caso. Además, hablar de Pablo es bajarle el precio a la nueva capitanía de Julián Montoya. Pablo creció como líder al lado de otros líderes como Petti, Nico Sánchez, Tosti Orlando, Jero de la Fuente, Tute Moroni, Cubelli y el propio Julián. Y hoy Julián tomó su lugar.
-¿Qué te dio como positivo y qué como negativo ser el entrenador de Los Pumas en todo este tiempo?
-Ni me dio ni me sacó. Pasó por disfrutar, por hacer que sea mejor. Ser DT de Los Pumas es el frasco. Lo importante es cómo lo llevás.
-¿Y cómo lo llevás?
-Soy feliz. Pero sueño ser más feliz con menos.
Del sufrimiento por el Covid-19 al ejemplo del senador Esteban Bullrich
Sufrió con el coronavirus, Mario Ledesma. Dos veces dio positivo -en agosto y diciembre- y en la segunda ocasión tuvo dos breves internaciones. Pero el susto fue grande. “En agosto sólo me sentí cansado pero lo peor fue en diciembre, cuando volvimos de la gira. Tuve neumonía bilateral y me tuve que internar dos veces. Fueron unas horas nomás y no la pasé bien”, cuenta. “Me aplicaron corticoides y me dieron antibióticos. Una noche me asusté porque me desperté con broncoespasmos”.
-¿Y en qué pensaste?
-En todo.
-¿Qué significa “en todo”?
-Y… Tengo mucha gente cercana que falleció, padres del colegio de mis hijos, alguien conocido del rugby. Yo pensé que iba a durar menos todo esto. Además ya estuvimos en la misma situación el año pasado hasta hace poco, en fase 1. Y ahora tenemos un país muy deteriorado económicamente y cansado emocionalmente.
-¿Cómo ves a Argentina?
-Hace tres años la gente se volvía. Hoy se va la gente. Por otro lado yo tengo una hija de 18 años, la mayor de los cuatro, y quiere experimentar, viajar. Nosotros somos una familia habitante del mundo y mis hijos, a excepción del más chico que es muy chiquito, tienen otra apertura, otras inquietudes. Y quieren vivirlas.
Mario Ledesma, entrenador de Los Pumas. Foto: Andres D’Elia.
-Nunca fue tu caso el de querer quedarte en el exterior para siempre.
-Yo extraño algunas cosas de afuera pero siempre me fui para volver. Estuve 18 años afuera y siempre supe que quería volver a Argentina. Me acuerdo que mi mujer quería abrir las cajas, desembalar todo, y yo le decía que no. Ella se quería quedar en Australia cuando llegó la oferta para dirigir a Jaguares. Por suerte siempre me acompañó en todo.
Antes de sentarse a charlar con Clarín, este cronista participó de un breve reencuentro con Marcelo Loffreda, Sergio Carossio, Nicolás Fernández Miranda y el propio Ledesma. Los cuatro, en distintos roles -staffs técnico y médico y jugadores-, fueron Pumas de bronce en el inolvidable Mundial de 2007 y entre esas palabras se filtró el nombre de Esteban Bullrich, el senador que hace poco hizo pública su enfermedad (ELA o Esclerosis Lateral Amotriófica), por el parentesco con Rafael Bullrich, un ex medio scrum con el que llegó a jugar el propio Loffreda. Pero Ledesma sorprendió cuando dijo: “A Esteban Bullrich le pedí que nos juntáramos”.
-¿Por qué le solicitaste una reunión a Bullrich?
-Se la pedí porque él no se preguntó el por qué sino el para qué le pasa lo que le pasa. Y esa es la pregunta que nos tenemos que hacer. Para mejorar yendo para adentro. Estoy convencido de que seremos un mejor equipo desde el auto conocimiento y de ver las cosas como una oportunidad. Tenemos un país de la ostia y los argentinos no nos vemos para adentro sino que siempre vemos al otro. Siempre vemos más verde el jardín de enfrente… Ahí tenés otra frase. ¿Te gusta?
La ausencia de Creevy: «Un equipo no es la suma de talentos individuales»
La ausencia del ex capitán Agustín Creevy en la ventana de julio no pasó desapercibida. No llamarlo, ¿fue en represalia por no haber ido al Rugby Championship 2020? ¿Su nivel de juego bajó en London Irish? ¿Molestó que haya dicho que se enteró que no viajará por sus propios compañeros? Responde Mario Ledesma: “Hay conversaciones que se tienen que dar en otro ámbito y por la prensa no es la forma de arreglar las cosas. No fue convocado esta vez pero obvio que puede volver. Y se lo dije a él como se lo dijimos a Juan Imhoff. Ellos son de una clase de jugadores que pueden venir hoy y jugar mañana porque sabemos qué tipo de jugadores son. Ahora, nosotros también necesitamos tener tipos para seguir desarrollando en su puesto y, por otro lado, el año pasado un grupo de jugadores hizo un esfuerzo muy grande y un equipo no es una sumatoria de talentos individuales”. Más claro…
Lo que viene, en julio: choque contra Rumania y dos veces ante Gales
Los Pumas jugarán ante Rumania y dos veces contra Gales en la ventana de julio, con partidos que disputarán como visitantes el 3, 10 y 17. El plan es hacer la burbuja en Bucarest y empezar a recibir a los jugadores diseminados por los hemisferios Sur y Norte aunque, por reglamento, seis días antes del primer test match todos deberán estar a las órdenes del staff que conduce Mario Ledesma. “Aunque entiendo la expectativa de la gente y que es mayor después de lo que pasó el año pasado, no me importa ganar los tres partidos. Lo más difícil será ponernos en la misma página lo más rápido posible. Si así lo hacemos tendremos más chances de cumplir una gira exitosa”, asegura el entrenador.
Fuente: Mariano Ryan – Clarín.com Deportes – Fotos: Andres D’Elia. – German Garcia Adrasti / Enviado Especial – Villarpress – Clarín.com Deportes