El estadio del Millonario pasará de 72.000 ubicaciones a contar con 84.000.

La segunda etapa de la remodelación del Monumental está en marcha. Si bien todavía no tiene una fecha de inicio, la idea ya se encuentra diseñada. Y la principal reforma será la construcción de nuevas plateas bajas que estarán muy cerca del campo de juego. De esa manera, el estadio de River aumentará su capacidad y podrá albergar a más de 80 mil personas.

El estadio, ubicado en Udaondo y Figueroa Alcorta, pasará de tener 72.074 ubicaciones a contar con lugar para 84.074 espectadores, teniendo en cuenta que tras la nueva megaobra, que, si bien aún no hay cálculos oficiales, extraoficialmente se estima que podría costar alrededor de 20 millones de dólares, habrá 3.000 lugares más de cada lado. Hay que recordar que en el último tiempo ya ganaron 2 mil ubicaciones más al eliminar las viejas troneras (el caminito dividía las entradas y salidas hacia arriba o abajo) de las gradas altas.

A la par de la obra del campo de juego, a los costados de la cancha, donde antes se encontraba la pista de atletismo, que fue demolida, se dejaron montículos de tierra (ahora están tapados con lonas), sacados de la excavación. Sobre esas bases, que serán usadas como cimientos, se edificarán las nuevas tribunas.

Otra de las acciones que se contemplan para esta segunda etapa es la de sacar todas las butacas de madera que aún quedan en todas las plateas medias y bajas del estadio y, de esa manera, cumplir con un antiguo reclamo de los socios. Las cambiarán por otras de materiales resistentes, que deberán tener al menos 47 centímetros de ancho y un respaldo mínimo de 30 centímetros de alto como mínimo, de acuerdo a las normativas FIFA, como en los estadios más modernos del mundo. Además, se impermeabilizará y se pintará todo el Monumental.

A diferencia de la obra de cambio del césped, durante la cual River lógicamente tuvo que cambiar su localía a Independiente, cuando realice la nueva etapa, no tendrá la necesidad de salir de su casa. Es que, mientras se expanda la capacidad de su estadio, podrá seguir jugando allí ya que los avances se harán de manera progresiva, sin trabajar en la construcción los días de partido.

La primera parte de la obra, en la que se desarrolló un mejor campo de juego culminó en febrero de este año y fue estrenada el 20 de ese mes, cuando River derrotó a Rosario Central por 3 a 0 en un partido correspondiente a la Copa de la Liga Profesional.

El miércoles por la noche, en el 1-1 de River contra Argentinos, por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, el césped estuvo bajo la lupa ante la primera lluvia intermitente y continuada que tuvo que soportar. Y llamó la atención que en el primer tiempo se levantara mucha agua cada vez que los jugadores daban un pase.

Antes esta situación, River explicó: “El agua que se vio en el campo de juego del Monumental es superficial en la hoja del césped y es normal que suceda. Por eso no había charcos y la pelota corría bien. Si bien llovió poco, fueron muchas horas de lluvia continuada. Y el sistema de control que utiliza River marcó que no hubo agua en la tierra”.

El césped estuvo a prueba en el partido con Argentinos. Y desde el club consideran que respondió. Es un aliciente para el impulso a la segunda etapa de un Monumental que dentro de un tiempo lucirá completamente renovado.

Las reformas que se habían hecho en el campo de juego y en otros sectores del Monumental

El nuevo césped es híbrido, en un 95% natural y un 5% artificial. Este sistema usa tecnología de cosido, es decir que una máquina guiada por láser inyecta los hilos de pasto sintético a 20 centímetros de profundidad, logrando una unión perfecta entre los componentes sintéticos y naturales y una mejor distribución vertical del crecimiento de las raíces.

Tiene, además, una tecnología de aireado para lograr que el pasto sea más resistente y saludable y un nuevo sistema de cañerías que permite un mayor control de la humedad del campo y un mejor drenaje en la superficie, con el que se puede aspirar y evacuar el agua de una tormenta en segundos.

¿Cómo funciona? En modo presión, inyecta aire a las raíces para lograr mejor ventilación y que el césped crezca fuerte y saludable. En modo succión permite retirar el agua excedente bajo superficie. Además, se colocó un sistema que regula la temperatura de las raíces para mantener el césped en óptimas condiciones. Y ante un calor intenso, refrigera las raíces enviando agua fría por una serpentina y si hay un frío intenso, activa el sistema de calefacción. En tanto, se instaló un sistema robusto de drenaje de napa ante una eventual suba extraordinaria.

Se colocaron también 35 aspersores de control independiente que cubren el 100% del campo de juego y que, gracias a un sistema de bombas, no tienen límites para funcionar al mismo tiempo. Y a distancia se pueden monitorear las sesiones de riego, la cantidad de agua utilizada y detectar cualquier inconveniente. Además, el abovedado es mínimo en 0,7 grados y en diseño de sobre, siendo éste menos de la mitad del anterior campo de juego del Monumental que, además, tenía un diseño a dos aguas.

La dirigencia de River aprovechó el parate por la pandemia del coronavirus para iniciar esas obras del campo de juego y otras más ya que también se eliminó la pista de atletismo para mejorar la visión de los espectadores y construir en la segunda etapa nuevas plateas, tal como se dijo. Además, hubo un cambio importante en la Centenario Alta. Se retiraron los aleros, por lo que ese sector será similar al de la tribuna Sívori alta, la otra cabecera, y se facilitará la visión de los hinchas que se ubiquen ahí cuando puedan regresar a la cancha.

Por otra parte, el Monumental también tiene hiperconectividad. Para ello, se dotó al estadio de una última tecnología WIFI/WiFi6 de alta densidad, lo que permitirá que todos los hinchas mejoren globalmente la experiencia con sus dispositivos al estar conectados todos al mismo tiempo a la misma red WiFi. Y se colocaron 400 access points estratégicamente ubicados en las tribunas bajas, medias y altas, palcos, hospitality, confitería, hall central y microestadio, paddock y museo, entre otros espacios.

Y hubo más obras: el cambio de la cinta de iluminación del estadio pasando de 700 lumens a más de 2.000 con tecnología LED; se construyeron nuevos puestos gastronómicos, se remodelaron la concentración y los vestuarios de fútbol profesional; se llevó a cabo una reforma integral de los quinchos internos, un nuevo SUM y la “Casa River” para los chicos de Inferiores.