En un partido con buenos pasajes de fútbol, igualaron por los goles de Fabricio Bustos y Braian Romero; así, los líderes siguen siendo Talleres de Córdoba y Lanús.

inguno de los dos. River e Independiente empataron 1-1 en el Monumental, por la 10° fecha del Torneo 2021 de la Liga Profesional de Fútbol. Y así, de esta manera, ambos desaprovecharon la chance de apoderarse de la cima del campeonato, teniendo en cuenta los empates de Talleres y Lanús, líderes del certamen con 20 unidades. Siguen ahí, expectantes, eso sí: el Rojo a un punto y el Millonario a dos unidades.

Dinámica. Esa es la palabra con la que puede definirse el arranque del partido. Movilidad de un lado y del otro. Tanto River como Independiente buscaron ser protagonistas. Pero se los vio muy activos a los futbolistas ofensivos del Rojo para asociarse en corto y atacar con decisión.

El golazo de Bustos

El local, desde el esquema 4-3-3 y con Enzo Pérez en el eje central, buscó generar situaciones con las apariciones de Nicolás De la Cruz y Jorge Carrascal más el centrodelantero Braian Romero, aunque cabe destacar que River sigue en inferioridad de condiciones por las ausencias de selección y los lesionados. Gallardo armó la línea de 4 defensiva con Vigo, Felipe Peña, Zuculini y Casco.

El 1-1 de Braian Romero

Los dirigidos por Julio Falcioni, desde un módulo 4-3-1-2 (con Velasco más de enganche que de delantero) se manejó con entusiasmo en los primeros minutos, a las espaldas de Palavecino y Enzo Fernández, con las combinaciones entre Domingo Blanco, Alan Soñora y Velasco.

En medio de tanta intensidad y velocidad, cada falta a destiempo podía tener como consecuencia una amonestación. Y así fue que vieron la tarjeta amarilla Carrascal en River (por una infracción sobre Blanco) y Lucas Romero, por otra entrada fuerte sobre Carrascal. En ambas se jugó al límite.

No sorprendió que Independiente se ponga en ventaja: fue a los 28 minutos, con un golazo de Fabricio Bustos, que controló un gran cambio de frente de Velasco de izquierda a derecha y definió de zurda ante la salida de Bologna. Las gambetas de Velasco entre Vigo y Enzo Fernández fueron clave, aunque toda la jugada fue meritoria en el Rojo: arrancó desde un saque de arco de Sosa y se reactivó con un anticipo de Barreto. Esa acción del defensor que pasa por un muy buen momento no sólo desactivó la presión millonaria, sino que le dio impulso al ataque del 1-0.

Para el segundo tiempo, Gallardo dispuso el ingreso de Benjamín Rollheiser por Palavecino, de floja primera etapa. El DT millonario no estuvo conforme con lo observado desde el rendimiento. Lo cierto es que casi no generó situaciones de riesgo, Braian Romero jugó más fuera que dentro del área y el Muñeco conversó varias veces con Hernán Buján (su ayudante de campo en el banco este domingo ante la ausencia de Matías Biscay, con Covid-19).

Los desplazamientos ofensivos de River fueron forzados, en parte por la falta de conexión entre sus atacantes, pero también por un correcto trabajo defensivo de todo el equipo de Independiente, manteniéndose ordenado y con simetrías entre líneas. Así fue durante el primer tiempo y en el comienzo del segundo.

Después de los 10 minutos, el Millonario empezó a controlar mejor la pelota (con tiempo y espacio). No ganaba en claridad, pero sí en empuje y decisión. E Independiente ya se ubicó posicionado con todos sus futbolistas (menos el centrodelantero Silvio Romero) cerca del arquero Sosa.

Y así como no había sorprendido el gol de Independiente, tampoco el de River. De tanto empujar, en una buena jugada de Carrascal encontró una curiosa definición de Romero (¿intentó un taco?) que descolocó a Sosa. Iban 21 minutos de la segunda etapa. El medio campo de Independiente, con Blanco, Romero y Soñora, ya no contenía tanto.

Federico Girotti reemplazó al golpeado Romero y Falcioni hizo un cambio para reforzar la banda izquierda: adentro el zurdo Togni, afuera Velasco. Las gambetas del 10 del Rojo fueron una de las mejores postales de la noche en el Monumental. Sin embargo, en su primer incursión ofensiva, Togni cedió para Soñora, que remató de zurda por encima del travesaño. Y el propio Togni tuvo -de cabeza- (y tras un córner) la posibilidad del gol del triunfo.

Gallardo probó variantes hasta el final. De nombres y posicionales, como el enroque entre De la Cruz y Carrascal en los últimos cinco minutos. Pero River se fue desinflando y, más allá de una arremetida de Enzo Pérez en el descuento, el empate terminó siendo un justo resultado.