Cada escuela tenística tiene su filosofía y las diferencias técnicas quedan en manifiesto en la competencia del circuito internacional. El estilo «español» y «argentino» tienen, indefectiblemente, puntos en común a partir de la formación de los jugadores en superficies de polvo de ladrillo y uno de ellos se traduce en la efectiva devolución. Rafael Nadal y Diego Schwartzman, los mejores jugadores de cada país en el ranking masculino (en el caso del mallorquín, es el deportista más destacado de la historia de España) ostentan, en el resto, un recurso con el que superan la media y con el que potencian sus estrategias.
Según un informe de Craig O’Shannessy, un analista de tenis que trabaja para la ATP, Nadal y Schwartzman son los dos mejores «restadores» del circuito en los últimos 14 meses de competencia, es decir durante 2019 y los sesenta días que se jugaron este año hasta la cancelación por la pandemia. Según las estadísticas difundidas por el organismo del tenis masculino profesional, el español y el argentino fueron los únicos jugadores en ganar más del 42% de los puntos con la devolución durante ese tiempo, bastante por encima de la media del 36%.
Entre enero de 2019 y febrero de este año, el doce veces campeón de Roland Garros logró el 42.39% de puntos estando al resto (2499 de 5895) mientras que, el Peque, actual 13° del ranking, obtuvo el 42.07% (2689 de 6391). Son cifras muy altas que hablan de la capacidad de los dos tenistas para absorber la potencia de los saques rivales y redirigir las devoluciones con efectividad.
O’Shannessy, que en su momento integró el equipo de trabajo de Novak Djokovic, se pregunta si Peque y Rafa tuvieron «ventaja» para desarrollar sus devoluciones al crecer en España y la Argentina. Y responde, contundente: «Sin dudas, dado que ambos países han sido un origen constante de los mejores restadores del circuito. España y la Argentina cuentan con siete de los 10 mejores jugadores en Puntos Ganados Al Resto y el 44% de los miembros del Top 50. Los datos incluyen a jugadores que compitiendo en al menos 100 partidos ATP y Grand Slam entre 1991 y 2020, excluyendo las eliminatorias de Copa Davis. Las cuatro primeras posiciones son copadas por ambos países. El argentino Guillermo Coria lidera la tabla, seguido por Nadal, el argentino Franco Davin y el español Albert Berasategui. Los otros tres jugadores ubicados en el Top 10 procedentes de estos dos países son el séptimo clasificado (David Ferrer), el octavo (Francisco Roig) y el noveno (Guillermo Pérez-Roldán).
En el tenis moderno, la mayoría de los jugadores son altos y ostentan poderosos saques. Schwartzman, de 1,70m, está lejos de amedrentarse, perfeccionó su devolución para luchar contra los gigantes y desde allí empezó a construir muchos de sus triunfos. En mayo de 2017, consultado por LA NACION, el jugador de 27 años comentó: «¿Por qué tengo esa virtud? Creo que porque soy bajito y tuve que aprender a devolver bien, porque si no, no podía jugar al tenis. Mi fuerte es devolver, es lo que mejor hago. Obviamente que en polvo de ladrillo es un poco más fácil devolver, porque es más lento. En broma con mis entrenadores a principio de año decíamos que el objetivo era estar en esas estadísticas y luego seguir mejorando. Y viene saliendo. Tengo que devolver bien, porque con mi saque me pueden llegar a quebrar muchas veces. Es algo que practico día tras día».
Como apunta O’Shannessy, Nadal y Schwartzman (el historial entre ambos es 9-0 en favor del europeo) tienen muy buenos reflejos y se sienten cómodos jugando por detrás de la línea de fondo al devolver. Eso permite que la pelota pierda un poco de aceleración al llegar el momento del impacto. Así es como, a partir de ahí, empiezan a construir los puntos. Argentinos y españoles, todo un desafío para los sacadores.
Fuente: LA NACION DEPORTES – Fotos: Archivo – Crédito: OSCAR DEL POZO / AFP – Archivo – Crédito: Johannes EISELE / AFP – LA NACION DEPORTES – Videos: ATP TOUR – ffproduction – You Tube – LA NACION DEPORTES