En La Plata, el local se impuso 1-0 con un gol polémico de Leonardo Morales, por la 3° fecha; se presentó el flamante refuerzo que llegó del Colón campeón.
LA PLATA.- El gran abanderado de la ilusión de Gimnasia, en este semestre, se llama Luis Rodríguez. Su llegada al Lobo generó un pronunciado clima de optimismo. De golpe, cambió el ánimo de los hinchas. Y el Pulga, un día, debutó. Y su presentación coincidió con el primer triunfo tripero: 1-0 a Rosario Central, en La Plata, con gol en offside de Leonardo Morales.
En el primer tiempo no hubo un dominador claro. El equipo local comenzó mejor, el Canalla lo emparejó enseguida y luego todo transcurrió en un marco de paridad. Durante los 45 minutos iniciales hubo, apenas, tres situaciones nítidas. Primero avisó Morales de cabeza y tapó Juan Pablo Romero. En la segunda ocasión de riesgo, Gastón Ávila se lo perdió debajo del arco después de un tiro libre en forma de centro. Y la tercera fue la vencida: centro y, tras una serie de rebotes, definición de Morales (estaba en posición adelantada).
Lo mejor del partido
La apertura del marcador –el tanto debió ser anulado– generó mucho nerviosismo en Central, que ya había sido perjudicado por un penal no cobrado a Milton Caraglio. A Gimnasia, que el sábado había sido perjudicado contra Racing, poco le importó. Por primera vez en el torneo logró hacer algo que en el fútbol argentino es determinante: convertir el primer gol.
El segundo tiempo comenzó con el Lobo más preciso. Aparecieron las sociedades en ofensiva y en el primer cuarto de hora fabricó varias aproximaciones; una de ellas, una gran posibilidad para el ingresado Alexis Domínguez que desperdició un mano a mano.
Al Canalla, en cambio, el inicio del segundo tiempo le costó demasiado: los delanteros Luca Martínez Dupuy y Milton Caraglio quedaron aislados del circuito de juego, y el ataque de la visita se tornó inofensivo. Central dependió de las apariciones de Emiliano Vecchio y el mediocampista ofensivo gravitó con intermitencias.
Con más empuje que claridad, el conjunto del Kily González construyó dos situaciones ofensivas que podrían haber significado la igualdad. Fueron dos cabezazos: el primero fue controlado sin problemas por el arquero Rodrigo Rey y el segundo rebotó en una pierna local.
A los 27 minutos de la parte final se produjo lo que todo Gimnasia esperaba: el debut de Luis Rodríguez. Tras quedar afuera de los dos primeros encuentros por una lesión muscular, el delantero tucumano se dio el gusto de vestir la camiseta del Lobo. “Es un deseo que tenía desde la época de Diego”, había expresado el Pulga el día que cerró su llegada al Tripero. Y en su presentación, además de aportar un par de pinceladas, metió un cabezazo que no fue gol por la rápida reacción del arquero Romero. Jugó unos minutos, es cierto; sin embargo, para el equipo de Leandro Martini y Mariano Messera representa una muy buena noticia. Un salto de calidad para el plantel.
En el final, Central lo buscó. Demostró ambición y coraje, pero no tuvo recursos. A Gimnasia le bastó con estar ordenado.
El Lobo tiene un doble motivo para celebrar. Ganó por primera vez en el campeonato y cuenta, ahora sí, con el mejor jugador del primer semestre: el Pulga de la esperanza.