Se impuso por 6-7, 6-3 y 6-3; el miércoles, ante Polonia.

Está claro que este nuevo formato no tiene mucho que ver con el viejo certamen. Pero es un torneo que le sienta bien a la Argentina. Los antecedentes arrojan buenos recuerdos. Y para dar lugar a esa idea, el equipo nacional logró un muy buen triunfo sobre Grecia, apuntalado en el impactante golpe que Diego Schwartzman dio ante Stefanos Tsitsipas, el número 4 del mundo. Con esa resonante victoria, se impuso por 2 a 0 y sigue con chances de clasificarse para las semifinales de la ATP Cup, el torneo por equipos que abre el calendario tenístico de 2022, en Sydney.

Ahora, el equipo argentino se medirá en un mano a mano con Polonia por el primer lugar del Grupo D, el que permite avanzar y meterse entre los cuatro mejores del certamen.

Pese a estar set abajo y con un quiebre en contra en el segundo, el argentino mantuvo la concentración y el juego aguerrido que lo caracteriza. Enorme fue su partido. Porque incluso se mantuvo fuerte anímicamente después de caer en el primer set por 7-6 (7-5 en el tie break). Su tenacidad le permitió recuperarse y sacar adelante el partido por 6-3 y 6-3.

Entrevistado por Jim Courier en el Ken Rosewall, al finalizar el encuentro, el argentino comentó: “Sólo trataba de pensar que era su primer partido después de dos meses. Pensaba que si podía alargar el partido iba a tener una chance. Estar abajo con un jugador como Stefanos es difícil. A veces ni siquiera yo sé cómo lo logro, pero encontré el camino para volver. Siempre trato de dar batalla”.

El argentino hizo referencia a la lesión que Tsitsipas sufrió en el codo derecho en el arranque del ATP Finals (el Masters), en noviembre pasado, por lo que se tuvo que retirar del torneo. Más allá de que puede haberle faltado algo de ritmo, se lo vio completamente recuperado desde lo físico.

Schwartzman había vencido una vez a Tsitsipas, en las semifinales del torneo de Amberes, en 2017. Pero por entonces, tenía 18 años y ocupaba el puesto 122 en el ranking mundial. Un año más tarde, en Barcelona, el griego ya era 63° y se tomó desquite en el arranque del torneo de Barcelona.

Para el mejor jugador argentino del momento (13°), es su tercera victoria sobre un top 5. Las dos anteriores fueron en el inolvidable 2020, cuando venció al austríaco Dominic Thiem (3°), en Roland Garros, y a Rafael Nadal (2°), en el Abierto de Roma.

El primer punto para la Argentina lo consiguió Federico Delbonis (44°), al vencer a Michail Pervolarakis (399°) por 7-6 (5) y 6-1. Para el cierre, y aunque ya no tiene valor con la serie definida, en el dobles se enfrentarán Markos Kalovelonis y Petros Tsitsipas contra Andrés Molteni y Máximo González.

El triunfo de Delbonis

Sólo los ganadores de los cuatro grupos se clasificarán para las semifinales. En el cierre del Grupo D la Argentina se medirá con Polonia (en la madrugada del miércoles). Hubert Hurkacz, número 9 del mundo, será el rival de Schwartzman, mientras que Delbonis se enfrentará con Kamil Majchrzak (117). Szymon Walkow y Jan Zielinski conforman el dobles y serán los adversarios de Máximo González y Andrés Molteni.

La ATP Cup reemplaza a la vieja Copa de las Naciones que se jugaba todos los años en Düsseldorf. El cambio fue grande. El formato -que se estrenó en 2020- es distinto y se pasó de jugar en polvo de ladrillo a una superficie rápida y bajo techo. La reubicación del certamen lo revitalizó y consiguió que las mejores figuras vuelvan a jugarlo, ya que funciona como previa del Australian Open y muchos se inscriben en busca de una buena puesta a punto para el comienzo de la temporada.

La Argentina es uno de los países más ganadores del certamen. Tiene cuatro conquistas y sólo lo supera Alemania, con 5.

El primer triunfo se obtuvo en 1980 (con Guillermo Vilas, José Luis Clerc y Carlos Gattiker). En 2002 la victoria llegó de la mano de José Acasuso, Guillermo Cañas, Lucas Arnold y Gastón Etlis. Acasuso repitió en 2007, junto con Agustín Calleri, Juan Ignacio Chela y Sebastián Prieto. En 2010, la conquista la consiguieron Juan Mónaco, Horacio Zeballos y Eduardo Schwank. En el equipo también estaba David Nalbandian, pero no pudo participar por una lesión.

Claro que todos aquellos triunfos fueron en la versión anterior y en un terreno más conveniente para nuestro país. Todavía está pendiente un triunfo en este nuevo esquema. Y aunque parece muy difícil, el triunfo del Peque Schwartzman recordó que la historia tiene buen “feeling” con la Argentina en este torneo.

Fuente: LA NACION Deportes – Fotos: AP Photo/Rick Rycroft – MOHAMMAD FAROOQ – AFP – LA NACION Deportes

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