Bautista Nuez Camerlinckx, juega en la Primera A de Hurling Club, pero no siempre fue así. Hasta los 11 años no solo jugaba en Club de Regatas Bella Vista, sino que practicaba un deporte completamente distinto, el rugby. En la actualidad su corazón está dividido en dos: por un lado el club donde juega toda su familia, y por el otro, donde él logro un nuevo sentido de pertenencia.
«En Regatas está toda mi familia, desde mi abuelo que fue muy importante en la fundación del club, hasta mis tíos y mis primos. Mi papá tiene 13 hermanos, seis varones que jugaron al rugby en el club, y estuve empapado del deporte desde muy chico», dijo Bauti. Además, son 57 primos, y no solo compartió adentro de una cancha y en las reuniones familiares, sino que también fueron al colegio juntos, y dejarlo no era fácil. Tomar la decisión significaba salir de su zona de confort. «Tenía el bloqueo mental de pensar que en el rugby tenía todo, desde amigos hasta familia, y cómo iba a salir de eso e ir a un deporte y un club completamente nuevo», agregó.
Con 12 años comenzó de cero en Hurling Club. «Me recibieron como si fuera de toda la vida. Por suerte, al ser una persona sociable pude hacerme amigos desde muy chico, y con algunos comparto cancha hoy en día». La hospitalidad de la gente fue algo que nunca faltó en el club de zona oeste, y siempre hacen todo lo posible para incluir a cualquiera que vaya. También en uno de los peores momentos de su vida, fue un gran sostén, y el apoyo que recibió fue lo que necesitaba para seguir empujando.
De todas formas, nunca dejó de lado a Regatas, y nunca lo va a hacer. «Voy todos los sábados a ver a mis hermanos y primos porque me encanta ver rugby y comparto esa pasión. Me crie en Regatas, y es la segunda casa de mi familia. La mía lo fue en su momento, pero también soy hincha y fanático de Hurling. Adopté muy rápido los valores del club irlandés, y voy a dar todo por la camiseta hasta que la edad me dé».
La Nuez no se pierde un partido, tal como sus familiares van constantemente a alentarlo, en especial sus papás y hermanos. «No se cómo fue el trabajo mental que hizo mi papá, porque noté en su momento que le afectó mi decisión por lo que significaba, pero hoy es el primero que está, que pregunta y está al tanto de todo». Además comentó que se apoya mucho en tres primas en particular, Amparo y Felicitas Pérez del Cerro y Pilar Santa Ana, que juegan en la Primera A de Regatas. Entre sus amigos, Francisco Pisani también es una presencia recurrente del otro lado de la cancha.
A alguien que siempre lleva con él es a su tía y madrina, Majo Camerlinckx. Falleció en 2023 de manera repentina y fue un quiebre en la familia. Bauti sufrió mucho esta pérdida porque eran muy unidos, pero la lleva siempre muy cerca. «La llevo siempre en mi canillera. Tengo una foto de ella y me acompaña en todos los partidos. Hoy juego por ella».
En 2024 disputó sus primeros Playoffs con la camiseta del Verde. Algo que el Bauti de 11 años nunca hubiera imaginado. «Capaz cuando era más chico iba al club a jugar porque me divertía el deporte y listo, pero a partir de 5ta cambió mi mentalidad y me volví más competitivo. Antes de eso no me imaginaba jugando Playoffs televisados, con tribunas llenas, estando adentro de la cancha representando al club. Fue algo muy lindo». Hurling jugó el cruce con Ciudad A, y perdió 3 a 1. «Más allá del resultado, que claramente no era lo que queríamos, para el club fue una motivación de a dónde podíamos llegar. Veníamos de quedarnos afuera dos años seguidos por un punto, y eso fue el quiebre donde nos dimos cuenta que podíamos», dijo.
El 2025 capaz no empezó de la mejor forma para el club irlandés, pero de a poco se van acomodando y van sumando puntos. El plantel cambió de entrenador, y ahora están bajo el mando de Marco Riccardi, que fue campeón con Mitre en 2023. «Estamos con un recambio muy grande de jugadores. Vamos entrenamiento a entrenamiento, porque Marco vino con su estilo de juego y aprendemos cosas de él todos los días. Hurling es un equipo que siempre va a pelear todo», finalizó.