Fue atendido en las canchas de Palm Beach, en Florida, donde permaneció inconsciente durante 15 minutos, y llevado en helicóptero a un hospital cercano. En coma farmacológico inducido, fue operado de varios coágulos en la cabeza para descomprimir la zona. Aunque no fue la única parte afectada por el golpe: también sufrió la fractura de varias costillas y uno de los pulmones fue perforado producto del impacto.

Desde entonces, la salud de Zavaleta (h.) fue pasando por distintas etapas, dentro de un cuadro de gravedad. Algunos días mejor, otros no tanto. En esta clase de accidentes, la prioridad en los primeros días posteriores es estabilizar al paciente y controlar la presión intercraneal. Ya eso solo es un motivo de optimismo. Pero el proceso de recuperación suele ser extenso. La cuestión, en el caso del hijo de la Trilliza, es que las fracturas de costillas dañaron un pulmón y ahí estaba el otro foco de preocupación. “La pelea día a día”, nos decía un colega de Corchito. Al que se mantiene dormido.

Cadenas de oración, como en su momento se realizaron en ocasión de las caídas de Pedrito Heguy (ya recuperado), Diego Araya y Tomás Dartiguelongue (en recuperación), los casos más recientes de accidentados durante un partido de polo, y buenas ondas acompañan cada día. Pero todo lleva su tiempo. En estos días, uno de los problemas adicionales que afronta Zavaleta (h.) es un virus intrahospitalario, algo que puede darse en casos de internaciones de larga duración.

El polista presenta por momentos una baja saturación de oxígeno, lo cual dificulta la recuperación y la posibilidad de que los médicos avancen en otros frentes abiertos. Por ejemplo, no lo pueden volver a operar hasta que no supere la presencia de la bacteria y solucionar el tema de las costillas. Las lesiones de pulmón y la baja saturación son temas de cuidado especial y preocupación.

La definición de “la pelea día a día” es tal cual, sin exageraciones. Algunas estimaciones de allegados hablan de un proceso de “varios meses de internación en el mejor de los casos”.

Los mensajes de apoyo en todo este tiempo han sido conmovedores. Y mucho más los familiares. Como el de su hermana menor Sonia, que en su momento publicó en Instagram. Sobre una foto en la que se ve a su hermano cuando era niño, la joven artista escribió “Clemen”, entre dos corazones, y abajo añadió: “Manden luz, fuerza y amor. Gracias”. Un tiempo después, en las mismas historias, Sonia subió una imagen de Clemente, adulto, junto a sus hijos.

También las tres hermanas, María Emilia, María Laura y María Eugenia, compartieron mensajes desde su cuenta @lazstrillizasdeoro, y su mamá especialmente: “Quiero que me abraces otra vez. Sos un guerrero y lo vas a lograr”, compartió María Emilia junto a una imagen donde madre e hijo están fundidos en un abrazo. Una semana más tarde, agradeció por los mensajes de cariño: “Gracias por toda la fuerza, gracias por todos los rezos. Sigamos por el Corchito”.

Qué torneo estaba jugando

Zavaleta estaba jugando por el equipo Alegría, del canadiense Frederick Mannix, junto a dos compatriotas: Agustín Merlos y Juan Bollini (h.). El partido contra Catamount (Pablo Pieres, Ignacio Novillo Astrada, Victorino Ruiz Jorba y el patrón Scott Devon) fue suspendido, cuando estaba 3-3 en el segundo chukker. El certamen es la World Polo League, de 26 goles de handicap, y se desarrolla en Palm Beach, Florida, como parte de la temporada alta de Estados Unidos.

Corchito es un habitué de la Triple Corona argentina, que protagoniza con 7 goles de valorización. Hincha de Independiente, está casado desde hace siete años con la francesa Isabelle Strom, amazona profesional. Contrajo enlace en 2014 en el Château Saint-Mesme, propiedad de la familia Strom, y pasa buena parte de su vida en el país de su esposa. Sencillo en su trato, ameno, suele jugar como número 3 (creador de juego) o como back (defensor). Ha sido varias veces protagonista de las producciones fotográficas con que LA NACION presenta el Campeonato Argentino Abierto, que desde chico anhelaba protagonizar, algo que se le dio por primera vez al borde de los 30 años de edad.

Su padre, Clemente, trabaja desde hace mucho tiempo en la organización Alegría, que tiene instalaciones no solamente en Estados Unidos, sino también en Buenos Aires. Lleva más de 40 años unido a María Emilia, una de las famosas tres hermanas gemelas casadas con polistas. Las otras son Laura, esposa de Ernesto Trotz, y Eugenia, cónyuge de Horacio Laprida.

Fuente: LA NACION – Fotos: Captura Instagram – Instagram – Soledad Rubio – HOLA – LA NACION Deportes