Superó al Calamar 3-0 en Santa Fe, con goles de Eric Meza, Bernardi y Aliendo.
ANTA FE.- Lo que cuesta vale. Así lo entendió Colón, que volvió al triunfo luego de una descolorida labor ante Patronato, de Paraná, el lunes pasado. Este sábado recuperó la memoria y derrotó a Platense por 3 a 0, en un cotejo intenso, aunque por momentos deslucido.
Entre tanta irregularidad, su irregularidad, Colón pareció recuperar su ADN. No es poco en un equipo que tiene la ilusión de jugar –y ganar- el 18 de mes próximo en Santiago del Estero- la Copa del Supercampeonato.
Además, el Sabalero volvió a ganarle al Calamar luego de casi 23 años. El último enfrentamiento en el Brigadier López se había dado el 22 de noviembre de 1998, por la 16ª fecha del Torneo Apertura, con victoria por 2 a 1 con goles de Muller y Fuertes para Colón, y de Walter Coyete, para el visitante.
Lo mejor del partido
Todo el primer período fue para el bostezo. Colón intentó asumir la iniciativa pero tenía una amplia brecha entre los volantes y los que podrían buscar una posición más ofensiva. Lértora y Aliendro tenían el control del medio, pero no aparecían los espacios para aprovechar los más adelantados. Hasta que pudo, Platense mantuvo orden; cuando lo dejó, Colón tuvo terreno y pelota. De menos a más, el sabalero se fue despertando y –de a poco- encontrando los espacios que le permitían acercarse cada vez más a Ojeda. Por eso, del aprovechamiento de la última jugada del período inicial, Eric Meza consiguió la diferencia. Con el resultado en contra, Platense le sumó la expulsión de Nahuel Iribarren, por una protesta desmedida.
El complemento se dio como Colón lo pensaba. Apretó las marcas sobre un equipo que no tomó recaudos para defenderse. Y cada vez que Platense intentó pasar la zona de los volantes se encontró con la réplica ordenada y punzante del local. Cristian Bernardi aumentó y a partir de ese gol el sabalero aprovechó los espacios y se fue haciendo dueño del trámite. El visitante intentó frenarse pero no pudo evitar que las distancias entre las líneas le posibilitaran a Colón estar cerca de aumentar la diferencia. Todo lo que el local pensaba se le fue dando. Nuevamente, el visitante dejó espacios y Aliendro redondeó la diferencia contundente que el sabalero estaba esperando.
Minutos antes de ese tanto, Facundo Farías, para muchos la “joya” de Colón y del fútbol argentino, deleitó a todos cuando llegando al área visitante por izquierda inventó su “bicicleta” ante Calegaris, al que superó luego en velocidad, aunque hubo rebotes que le restaron profundidad. Sin embargo, el intento fue bien recibido y aplaudido, como ocurre cada vez que un jugador se muestra distinto.
Con la amplia diferencia a su favor, el Sabalero desplegó su fútbol, de marca para romper esquemas ofensivos del adversario y de salida rápida para encontrar espacios ante un adversario que no podía especular. Colón volvió al triunfo. Le falta recuperar regularidad, algo que parece una constante en los últimos cotejos..