Fue triunfo 99-77 para el equipo de Sergio Hernández, que tras el sorteo quedó emparejado con Australia.
La Selección argentina de básquetbol le ganó a Japón 97 a 77 en la última fecha del Grupo C de los Juegos Olímpicos y está en cuartos de final de Tokio 2020. El equipo nacional lo definió con autoridad aunque por momentos estuvo errático y el martes desde las 9 se las verá con Australia en busca de las semifinales donde se podría cruzar con el vencedor del duelo estelar entre Estados Unidos y España.
El interminable Luis Scola fue el goleador del equipo con 23 puntos y 10 rebotes, mientras que Facundo Campazzo aportó 17 tantos y 11 asistencias.
Como era de esperarse, Japón propuso una defensa zonal con un doble objetivo: intentar frenarle el ritmo a Argentina, un equipo que intenta atacar rápido y lanzar dentro de los primeros 7-10 segundos de cada posesión, así como también proteger más la pintura aunque eso implique cederle al rival más oportunidades de triple. Tenía cierta lógica: el seleccionado albiceleste no había estado todo lo fino que necesitaba desde la larga distancia.
Sin embargo, para pesar del anfitrión, los de Sergio Hernández comenzaron con gran efectividad. De hecho, así anotaron sus primeros 12 puntos, producto de dos triples por cabeza entre Facundo Campazzo y Luis Scola.
En defensa el equipo arrancó algo más tranquilo, pero bastó un tiempo muerto y un reto del entrenador («¿qué les pasa, están jugando el Juego de las Estrellas?») para que se ajustaran las tuercas y se protegiera mejor el aro, lo que permitió que en el otro extremo de la cancha se empezaran a sacar más diferencias.
Facundo Campazzo mete un cambio de ritmo y se vuelve indefendible. Foto AP/Eric Gay
En esa construcción de la ventaja fue determinante Marcos Delía, que sacó provecho de las dificultades que tuvieron los japoneses para marcarlo (uno de los objetivos a largo plazo de Julio Lamas, de hecho, es aumentar progresivamente la talla del equipo).
Con 10 puntos sin fallas (4-4 en tiros de cancha y 2-2 en libres) el pivote nacional fue puntal de la primera gran diferencia que sacó la Selección (26-13 a 2m08 del final del primer cuarto).
Para el segundo cuarto, Hernández prescindió de Campazzo, que había acumulado dos infracciones. Y Argentina pudo sostener la diferencia mayor a 10, pese a que no arrancó acertado de cara a la canasta.
En este lapso fue valioso el principio de recuperación de un Luca Vildoza que no había tenido dos primeras presentaciones del todo positivas pero que empezó a encontrar su lanzamiento y a sumar confianza.
Pero al equipo, conforme fueron pasando los minutos, se le empezó a secar la pólvora a distancia y Japón lo aprovechó para descontar e irse al descanso abajo por 8 (46-38) luego de ganar el segundo parcial 22-20.
El porcentaje de triples bajó hasta ubicarse en el 38% (con nuevamente algunos tiros que lucieron apurados y mal tomados) y, salvo por Delía, Argentina ya no se impuso en la zona pintada. De hecho Scola, que metió 3-4 en triples, apenas anotó 1-9 en dobles en la primera mitad. La Selección, incluso, volvió a tener problemas dejándose capturar muchas pelotas en el tablero propio.
De las dudas a la autoridad
Sergio Hernández vivió el partido fiel a su estilo. Foto REUTERS/Brian Snyder
Argentina arrancó mal el tercer período, pecó del lanzamiento forzado (empezó 0-4 desde afuera) y Japón recortó a 4 en el inicio (46-42). Otra vez fue Delía quien salió al rescate, con 4 puntos y un rebote ofensivo para recuperar la decena de ventaja.
Los porcentajes de la Selección se cayeron a pedazos en este parcial, especialmente a distancia (por debajo del 30%). Laprovittola acumuló bollos en el aro (0-8), Scola y Campazzo (este último al menos aportó en la creación) también y por ese camino iba Brussino, que de repente encontró al menos dos triples seguidos para volver a sacar 12 (65-53 llegando al último par de minutos).
El último cuarto, para salud de Argentina, contó con el manejo de los tiempos de Campazzo, que anotó y asistió de una manera mucho más cercana a la que acostumbra (llegó al doble-doble), y con el acierto a distancia de Scola, que llegó a su mejor registro triplero en Juegos Olímpicos.
Con ellos y por ellos la Selección sacó 18 (78-60) y comenzó a definir el partido y asegurar la clasificación. Con sacrificio, con voluntad, con ganas cuando escaseó el juego, con la autoridad que debía tener como equipo grande y obligado ante un rival de menor jerarquía que no tenía nada por perder.
Fuente: Clarín.com Deportes – Fotos: AP/Charlie Neibergall – AP/Eric Gay – REUTERS/Brian Snyder – Clarín.com Deportes