Como obedeciendo a un llamado del destino, La Dolfina hizo lo que debía hacer. Con mucha solidez y contundencia goleó a La Irenita II por 23 a 4 y llegará invicto a la resolución de la zona B del Campeonato Argentino Abierto de polo, que sostendrá contra su archirrival, Ellerstina, el próximo domingo. La figura de la victoria fue Adolfo “Poroto” Cambiaso, que marcó 17 goles e igualó la marca máxima de su papá, Adolfo, en el Abierto de Palermo. El récord en el certamen, de 18, es propiedad de Agustín Merlos (2006). Y el absoluto, de Adolfito Cambiaso, con 19 en un encuentro del Abierto de Hurlingham (2009).

El comienzo dejó en claro el poderío que separa a un equipo que tiene aspiraciones de ser campeón de uno primerizo en la Catedral. Poco afectó a La Dolfina no contar con David Stirling, el motor de la formación. Ni bien se acomodaron en la cancha, el conjunto de Cañuelas tomó el control e impuso su jerarquía y su caballa. El 4 a 0 con que se cerró el primer período presagió la contundencia y la comodidad con que La Dolfina jugó los ocho chukkers.

A la par de la aceleración del equipo de Cañuelas decreció La Irenita II, que no halló los caminos para evitar la goleada. Además de padecer la lógica diferencia de velocidad, el novel conjunto pareció resignarse de manera muy temprana. Por más voluntad y ganas que ponía, Tomás Fernández Llorente (h.) quedó siempre en desventaja y poco se acompañaban los delanteros para atacar. Todo fue un padecimiento constante para el conjunto representante del club de la familia Mac Donough. “Nos pasaron por arriba”, reconoció Bautista Bayugar una vez terminado el partido.

Tan bien jugó La Dolfina que ya en el tercer chukker estaba 9-1 y en el quinto gozaba de una ventaja de 12 tantos (13 a 1). Adolfito Cambiaso asumió el control de su equipo y le dio la tranquilidad de no inquietarse por el resultado por el resto del encuentro. Tanto para guiar al gol a su hijo, Poroto, como para corregir alguna falla de un compañero ante los mimbres del rival, Adolfito siempre se mostró activo, como Juan Martín Nero para impedir los goles ajenos.

Compacto de La Dolfina vs. La Irenita II

La versatilidad de Pedrinho Zacharías y los goles de Poroto fueron argumentos irrefutables para que La Dolfina estirara la diferencia en el tanteador. Los asombrosos 17 tantos del número 3 incluyeron apenas tres de penal, y el brasileño, que volvió a reemplazar al uruguayo Stirling, sostuvo una regularidad durante las ocho etapas, marcó cuatro goles y fue una rueda de auxilio en un cuarteto que no se dejó enredar. Recién en el sexto periodo logró volver a descontar. Fue un consuelo, apenas.

Los tres últimos chukkers no tuvieron más expectativa que el posible récord de Poroto, que estuvo cerca sin que el muchacho lo procurara. El 23 a 4 le permite al ganador aguardar con tranquilidad duelo del próximo domingo contra su archirrival, que en el rato que jugó luego frente a Cría La Dolfina (perdía por 7-6 al final del sexto parcial, cuando la lluvia interrumpió el juego) dejó una mala imagen. Pero es un clásico y cualquier cosa puede pasar. De él surgirá el segundo finalista del Argentino Abierto, el torneo más importante del polo mundial.

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