El argentino se sumará hasta el final de la temporada y luego rubricará un vínculo multianual con su franquicia. Los detalles.
Gabriel Deck (26) se sumará en los próximos días a Oklahoma City Thunder y se convertirá en el segundo argentino que jugará en la actual temporada de la NBA por detrás de Facundo Campazzo (30), hombre de Denver Nuggets y ex compañero del santiagueño en Real Madrid.
Deck será además el decimocuarto jugador argentino que llegará a la meca del básquetbol, allí donde el ya retirado Emanuel Ginóbili (43) se transformó en el mejor de los embajadores luego de sus cuatro títulos con San Antonio Spurs.
Ahora bien: a horas de su desembarco en Oklahoma City, ya comenzaron a circular las cifras del millonario contrato que firmará el integrante del elenco estable de la Selección Argentina de básquetbol.
Deck, que viene mostrando un gran nivel, había llegado a Real Madrid en en junio de 2018 por tres temporadas. Tenía uno de los contrato más bajos del plantel, ya que no superaba los 500.000 euros anuales.
La realidad cambiará para el Tortu cuando desembarque en Estados Unidos, un destino que ya tenía entre cejas cuando había descartado la posibilidad de renovar contrato con el club madrileño en los últimos meses.
Según dio a conocer el diario As de España, Deck jugará lo que resta de la temporada de la NBA -en mayo próximo arrancan los playoffs, donde su equipo, que marcha 13° en la Conferencia Oeste no será de la partida- a cambio de un contrato por 4 millones de dólares sin contar los 750 mil que pondrá la franquicia para ejecutar la cláusula de rescisión del argentino.
Gabriel Deck en su esplendor: batallando, en este caso en la Copa del Rey de febrero de 2021. Foto EFE
Una vez que finalice la temporada, siempre de acuerdo a lo que reveló el diario deportivo madrileño, Deck tendrá la opción de continuar con un contrato por tres temporadas a cambio de unos 11 millones de dólares. El mismo no está garantizado, lo que indica que lo podrían cortar en cualquier momento sin abonarle el resto, pero por supuesto, la intención inicial es que el jugador rinda y se cumpla el vínculo.
Los momentos y los lugares congeniaron de forma que el arribo del santiagueño se produjo repentinamente, pese a que sus condiciones y el gran concepto que tienen de él varias franquicias hacían pensar en un posible desembarco para la próxima temporada.
Por un lado, lo que se decía de su situación contractual y salarial con el Madrid. Pero por otro, una necesidad de Oklahoma para cumplir con cuestiones reglamentarias de la propia NBA.
A grandes rasgos (si se entra al detalle mínimo hay complejidades hasta para quienes en ello trabajan), anualmente los equipos tienen un tope salarial del que no deben excederse y, si lo hacen, son «castigados» con impuestos.
Pero también hay un piso salarial mínimo con el que se debe cumplir. En el caso del Thunder, según detalló el especialista en cuestiones dirigenciales Bobby Marks, hay 55 millones de dólares comprometidos en contratos vigentes con 12 jugadores cobrando entre 1,5 y 4,1 millones (cifras bajas que se explican en la juventud del plantel).
Shai Gilgeous-Alexander, con 22 años, es la figura de Oklahoma. Foto AP / Morry Gash
También hay 35,8 millones en dinero «muerto», es decir que la franquicia debe seguir abonando a jugadores que ya no están en el equipo (algo por demás común). Aun así, el Thunder estaba 3,9 millones por debajo del tope mínimo.
Justo la cifra que cubrirá con el contrato de Gabriel Deck.
Se trata de un gran oportunidad para el santiagueño más allá de lo económico. Llegará a un equipo en construcción que por ahora no tiene grandes aspiraciones deportivas y sí mucho espacio para que sus múltiples jóvenes se muestren.
Eso le dará margen para sumar minutos y aclimatarse al básquet físico de la NBA y demostrar que le sobra juego y carácter para fajarse con los mejores del mundo. Algo que ya hizo en el ámbito FIBA, donde se convirtió en un importante engranaje de Real Madrid.