El ídolo del Inter habla de Mourinho, relata su experiencia en el club italiano, cuenta sus pasos por la Selección y más. Hasta jugó para Disneylandia.
Nota publicada en la edición febrero 2010 de la revista El Gráfico
Nombre: Javier Adelmar Zanetti.
Nacimiento: 10 de agosto de 1973. Edad: 37.
Trayectoria: Talleres de Remedios de Escalada (1992-93), Banfield (1993-1995) e Inter de Milán (desde 1995).
Logros: Récord de presencias en la Selección (138). Jugó dos Mundiales (1998 y 2002) y fue convocado por todos los técnicos desde 1995. Con el Inter, al que capitanea desde 1999, cosechó 15 títulos, incluyendo 5 ligas, una Copa UEFA (1998), una Champions League y un Mundial de Clubes (2010). Integra la lista FIFA 100.
1 Tenés una pila de récords, pero no debe haber muchos que hayan jugado para Disneylandia.
¡Es verdad! Jugaba en el Disneylandia pero de Dock Sud. En el barrio había una plaza y faltaba la canchita. Mis viejos construyeron una de papi fútbol con la ayuda de todos los vecinos del barrio, en el medio de la plaza. Ahí nació el club. Después cambió de nombre y se llamó Olimpia, pero todavía está.
2 ¿Tu papá te dijo que te dedicaras al fútbol mientras estabas picando una pared? ¿Tan así fue?
Tan así. Unos amigos me vinieron a buscar justo cuando estábamos picando la pared de mi casa. Había un partido de fútbol. “No puedo, estoy ayudando a mi viejo”, les dije. Yo ayudaba a mi papá con la albañilería. En lo que podía darle una mano, la daba. Y en un impasse que hicimos, mi viejo me preguntó: “¿Te gusta mucho el fútbol?”. Le dije que sí, muchísimo. Me preguntó por qué no intentaba probarme en algún club, tratar de empezar una carrera. Y ahí me lancé. Tenía 11 o 12 años.
3 ¿Cómo era poner el despertador a las 4 de la mañana?
Ese fue un año que hice de todo. En Independiente me dejaron libre cuando justo cerraba el libro de pases y no tuve oportunidad de ir a otro club. Ahí empecé a laburar con mi primo que tenía un reparto de leche de La Vascongada. Me levantaba a las cuatro para ir a buscarla y después llevarla a los supermercados. Había que llegar muy temprano. A las 8 entraba al Comercial 5 en Avenida Entre Ríos e Independencia. Y cuando salía, almorzaba por ahí y me iba a entrenar a Talleres.
4 ¿Así que el Pupi Zanetti en realidad era tu hermano?
Sí, porque a Sergio le decían Pupi cuando jugaba en Español, lo tenían López y Cavallero. Y después cuando yo llego a Banfield, me dejaron el mismo sobrenombre. Lo que pasa es que a él le desapareció, porque era una cosa más interna, entre ellos. Y el mío en cambio se hizo conocido. Digamos que se lo robé, pero nunca me pidió ningún dividendo, eh.
5 ¿De chicos se la pasaban todo el día jugando a la pelota?
En la calle, en el patio de mi casa… Uhhh… mi vieja gritaba porque estaba la ropa tendida y manchábamos todo. La pasábamos muy bien. Cuando él empezó a surgir en el fútbol, yo era su primer hincha. Ibamos a verlo con mi vieja y mi viejo. Así como antes lo veía como hincha, ahora que lo veo como jugador me doy cuenta de que hizo una gran carrera y fue un lateral destacado. Entre los dos podríamos poner una academia…
6 Pero en realidad, vos al principio eras lateral.
No. Mi espejo era el Negro Enrique. López y Cavallero me alternaban, al principio mucho no me gustaba, pero ellos me decían: “Fijate que de atrás pasás al ataque, tenés más visión de juego, arrancás con sorpresa”. Tanto me dijeron que me convencieron.
7 ¿Tu caso fue parecido al de Messi? ¿Te habían dicho que no podías crecer?
Fue un desarrollo tardío. Recorrimos muchísimos médicos. Estaban los que decían que no y los que decían que sí. Me habían hecho un montón de estudios. Ahí vimos a un doctor de Independiente, que se llamaba Rodríguez. “Quédese tranquila, señora, su hijo va a crecer”, le dijo a mi mamá. Y por suerte fue así, esperé, esperé, esperé y de golpe desarrollé.
8 El que no esperó fue Independiente.
No, pero quizás como me pasó a mí les pasa a muchísimos jugadores. En ese momento pensaban que no era apto para jugar y es entendible. No guardo rencor por eso.
9 ¿En tu casa te tenían a lentejas y chauchas y te pesaban todos los días?
Sí, porque fui a un médico que me había hecho una dieta alimentaria, toda a base de lentejas y chaucha. Es el día de hoy que no puedo comer ninguna de las dos. Me quedé traumado. También tomaba un litro de leche por día. Había un técnico que me decía sombra de alambre. Era muy flaquito. Me había ido a probar a Inferiores de Talleres, a Quinta. Primero me probó Laszlo, luego Cacho Testone. Ahí quedé, jugué un año y después hicieron un grupo especial, con los mejores jugadores de las Inferiores, para ir mechando con la Primera. Estaban Norberto D’Angelo, el que me puso en Primera, y el tío de él.
10 ¿Pudiste ver de nuevo alguna vez el famoso partido de Banfield contra Boca?
A veces, con amigos en Italia lo vemos. De hecho, hace poco mandé a hacer los casetes en dvd, porque ya se estaban por perder las imágenes. Después no me lo iban a creer si no… Fue un partido muy importante, por lo que significa jugar contra Boca en La Bombonera, por cómo se dio todo esa tarde, y porque me vio todo el mundo y empezaron a hablar de mis posibilidades para ir a Boca, a River o afuera.
11 ¿Es verdad que nueve personas eran dueñas de tu pase en ese momento?
¡Diez! Y cuando se hizo el pase, los conocí. Me acuerdo de que había una mesa más grande que las de Navidad. Muy raro que sean tus dueños, pero en ese entonces hicieron un esfuerzo para que yo pasara a Banfield, y apostaron, porque yo era un desconocido. Y tuve la suerte de que López y Cavallero me hicieron jugar, también.
12 ¿Alguna travesura famosa?
Un día me escapé. Desaparecí, no me encontraban. Llamaron a los vecinos, todos desesperados buscándome, hasta que levantaron la tapa de un tanque de agua y ahí dije: “Acá estoy”. Me había escondido ahí… Imaginate, ración doble de lentejas y chauchas…
13 Adelmar. ¿Alguna vez preguntaste por qué?
Le pregunté a mi vieja. Adelmar fue un médico mío que me salvó la vida cuando era chiquito, recién nacido. Me habían encontrado un problema de respiración y el doctor le dijo a mi mamá que se quedara tranquila, que se iba a solucionar. “Si es así, le voy a poner su nombre”, le dijo ella. Y por suerte fue así.
14 ¿Y lo de Abelito de dónde viene?
Abelito me llamaba mi papá, cada vez que me despertaba para ir a la escuela. Me preparaba el té, me hacía un jugo de naranja exprimido y venía y me decía: “Abelito, despertate que hay que ir a ganarse los morlacos”. Es una frase que a veces les digo a mis hijos, que van al jardín, sobre todo al nene, porque Abelito es nombre de varón. Por ahora es chico y no entiende mucho, pero ya me va a preguntar por qué.
15 ¿El lateral reconvertido a volante nunca rinde; y el volante reconvertido a lateral, sí?
No, depende. Sinceramente a mí no me ha costado mucho pasar de volante a lateral o de lateral o volante. Lo que cambia es el recorrido y el saber cerrar en fase defensiva, pero las funciones son las mismas.
16 ¿En Dock Sud eras un dandy?
Ja, sí. Ahora en verano arrancaban los corsos en la calle más transitada, que se cortaba, y empezaban a desfilar las comparsas. La nuestra era Los Dandys de Dock Sud. Y yo siempre estaba ahí con el redoblante.
17 Vos y Paula: ¿quién encaró a quién?
Yo. Ella jugaba al básquet en Talleres, yo la vi sentada ahí con una amiga, sobre un tronquito que había en el club. Le pregunté a un amigo mío y me dice: “Ah, va conmigo al María Reina”. Yo quería conocerla, pero ni enterado de la edad que tenía. ¡14 años tenía! Y yo, 19. Pero insistí, insistí; ella ahora se ríe porque ya la citaba a las 2 de la tarde, después yo me tenía que ir para Dock Sud. Igual, ella siempre llegaba tarde. Me hicieron el contacto, pero imaginate, ella con 14 años estaba en otra, y justamente.
18 El padre de la nena, contentísimo, seguro.
Uh… Lo conocí después, era dirigente del club. Durante dos años para él fui “el amigo de Pau”. Después ya lo tuvo que aceptar. La más compinche fue mi suegra, ella se avivó rápido. Y el hermano más chico, Juan, también, adoración conmigo. El más grande, al principio no; pero ahora somos como hermanos. Fue lindo porque ella estuvo presente en todos los momentos de mi carrera y de mi vida, empezamos a crecer juntos desde entonces. La primera vez que fue a Italia tenía 16 años, necesitaba salir con permiso… Mis compañeros me cargaban: “Eh, robacunas, vas a ir preso”.
19 ¿Es verdad que ella te mandó a bajar un pasacalles?
¡Es cierto! (Risas). Yo me maté haciendo un pasacalles. Fue para los 15. Estábamos peleados, medio que nos habíamos amigado pero las cosas estaban ahí, tirantes. Y mandé a hacer un pasacalles, y para tantear, le dije. Me sacó corriendo. Y ahí yo con mis amigos, a las doce de la noche, tratando de bajar el pasacalles. Estuvo unas horas nomás. Decía “Pau te amo”. Chau, abajo. Creo que todavía lo debo tener en algún lugar de casa.
20 ¿Siempre fuiste un romántico?
Siempre. Me gusta la música romántica, escribir cartas, poesías. Sí, soy un romántico.
21 ¿Te habías apropiado de un teléfono público en Como?
Sí, lo tenía a dos cuadras. El celular recién empezaba a aparecer. Y salía fortunas. No es que yo llegué y podía hablar así como así. Entonces me compraba la tarjetita y me iba a la cabina, me pasaba horas y horas. ¡Las puteadas que me habré comido de los que querían usar el teléfono atrás! Encima después también estaba mi vieja, que también quería hablar con toda la familia. Lo peor era en el invierno, con el frío que hacía en esa cabina. Tenía puertitas pero no te tapaba nada, ¡te congelabas! Al tiempo salieron los fax y me compré uno. Escribía cosas y pasaba, pasaba, pasaba. Cartas, mensajes, de todo.
22 ¿Qué tan hincha de Independiente sos?
Hincha-hincha. La época del 83 la viví a pleno. Iba con mis amigos o con mis viejos a la cancha, por suerte me pagaban la entrada ellos. Desde ahí, soy hincha. El ídolo era el Bocha. Fue un gran orgullo haberlo conocido y pedirle su camiseta. Además de la de Bochini, también tengo la de Marangoni, un lujo.
23 ¿Cómo es Pupi Zanetti papá?
Mis hijos me cambiaron la vida para bien. Sol tiene cinco años e Ignacio va por los dos y medio. Trato de aprovechar todo el tiempo que tengo, los beso, los agarro, juego con ellos, si puedo ayudo a preparar las mamaderas, cambiar pañales, estoy todo lo que puedo con ellos. Feliz de la vida de tener dos hijos como los que tengo.
24 ¿Tu desafío hoy es que tus hijos crezcan con los pies sobre la tierra?
Sí, sin dudas. Si bien cuentan con la posibilidad de poder tener casi todo, deben saber que no es fácil, que no es siempre “papá, comprame esto, comprame eso”. Especialmente Sol, que ya empieza a tener uso de razón y es muy inteligente y rápida. Ahí tenemos que ponernos duros, porque lo más fácil es “sí, tomá”, pero hay que explicarles que muchos chicos no tienen. De hecho muchos juguetes que no usa, ella los pone en una bolsita para darles a los que no tienen. Sin sacrificio no hay nada. Es la realidad. Si no, el día de mañana, cuando se enfrenten con la vida, se van a agarrar una desilusión grandísima, porque se van a dar cuenta de que no era todo fácil. Eso forma parte de la educación que les tenemos que dar nosotros.
25 Sin sacrificio no hay nada, ¿un buen resumen de tu carrera?
Sí, sí porque fue la frase con la que yo me crié siempre, pero no porque me la dijera mi viejo, sino porque yo la vivía. Ellos se levantaban a las seis de la mañana y hasta la noche no nos veíamos, nos encontrábamos recién para comer. Entonces, todo ese sacrificio que hicieron para que a nosotros no nos faltara nada, nos hizo estar felices, aunque muchas veces estuviéramos ajustadísimos o no tuviéramos para comprarnos un jean o zapatillas.
26 ¿Con el tema de los millones, en algún momento dijiste: “Pará la máquina, te estás mareando»?
No, sabés que por suerte tuve siempre gente alrededor que me ayudó y a su vez, yo tampoco me la creí. Soy alguien que trato de disfrutar como disfrutaba antes. Me considero un tipo muy normal.
27 ¿Seguís haciendo los picnics en la nieve de los Alpes?
Sí, siempre. Ahora los hago con mis hijos. Allá hay instructores de esquí y Sol ya empezó a probar. A Nacho también lo tiramos con el trineo despacito y nos divertimos. Antes íbamos con los perros. El tema era que, cuando veían pasar un esquiador, lo querían correr. Una vez casi se nos pierde uno, porque pasó alguien a los piques, el perro se fue corriendo para abajo y no volvía más. Al final, apareció.
28 Peluquero, ¿siempre el mismo?
¡Siempre! En Italia siempre el mismo, y acá, también. Una sola vez me quisieron cambiar el corte. Soy amigo de Valeria Mazza y Alejandro Gravier. Una vez, el peluquero de ella me dijo: “Vení que te voy a cambiar el peinado”. ¡Para qué! No sabés lo que se rieron todos. Me plancharon el pelo, me tiraron todo para el otro lado… creo que duró menos que el pasacalles. Nada.
29 ¿Nunca te hicieron estudios a ver si estaba todo bien o había algo que te hacía indestructible?
(Risas) No, salió todo bien. Pero es verdad, tuve la suerte de no haber tenido lesiones en toda mi carrera. Me gusta mantenerme bien, cuidarme, soy un tipo que no jode con el físico. También influye que llegás a tu casa y te encontrás con una mujer que te espera, con una familia en armonía, y eso hace que estés tranquilo y te puedas dedicar al máximo. Trato de hacer lo necesario sobre todo para sentirme bien. Haciendo actividad física, me siento bien, y eso me hace estar feliz también.
30 Es fácil decirlo pero no hacerlo y que dé resultados. ¿Cómo hacés para cuidarte?
Durante el año, que tengo que correr, me gusta entrenarme siempre al cien por cien. O sea, en la semana trato de hacer algo que me acerque todo lo posible a la realidad de un partido, porque así tengo el cuerpo preparado para ese tipo de exigencias. Y cuando estoy en pausas de vacaciones, le pido al profesor un laburito para mantenerme. También hago un laburo de prevención de lesiones, porque muchas veces es cuestión de suerte pero otras cosas las podés evitar, si el físico está preparado para soportar.
31 ¿Te cargan tus compañeros con que jugás todos los partidos?
Sí, me vuelven loco. “Pará un poco, dejá de correr, dejanos jugar algún partido a nosotros”. Esas cosas. Pero bueno, mientras el físico dé, yo voy a seguir.
32 ¿Por qué terminaste en el hospital el año pasado?
Por un pelotazo. Me ligué un pelotazo en los huevos, pero seguí corriendo en vez de parar para tomar aire. En esa corrida parece que se movió un poco la pleura del pulmón, entró aire y provocó un neumotórax. Por suerte se paró el torneo y me perdí solo dos partidos.
33 Dijiste que del fútbol aprendías día a día. ¿Qué aprendiste en 2010?
Siempre se aprende, por los técnicos que uno encuentra y siempre lo hacen crecer. Para mí sí fue un año muy importante, para todos nosotros, porque logramos cosas increíbles y llevamos al Inter a ser reconocido mundialmente. Y ser el capitán de ese equipo, después de tantos años, es un orgullo. Además, el Inter como club también se lo merece, por la clase de gente que labura ahí.
34 ¿Alguna vez te enojás o en la vida diaria sos igual que en la cancha?
Soy uno muy tranquilo, me enojo poco. Trato de comportarme siempre como soy. El hecho de estar delante de un grupo, de ser el capitán, hace que uno tenga que marcar el camino, sobre todo cuando las cosas no vienen bien. Y yo busco siempre el diálogo. Nunca me gustó eso de “a aquel, lo tenés que agarrar del cogote”. No, eso ya no existe más. Hablando, diciendo las cosas como tienen que ser, el mensaje también puede llegar. Así que yo trato de ser así, porque si me comportara de otra manera no sería yo. Pocas veces me he enojado, y me dura poco.
35 Un capitán que no grita, no es un capitán débil entonces.
No, para nada. Al contrario. El mensaje lo podés dar de muchísimas maneras. Y mi manera de transmitir es con el diálogo.
36 ¿No replanteaste ni un poquito tu forma de ser después de los dos Mundiales que te perdiste?
Nooo, al contrario, todo lo contrario. Me sentí más orgulloso de mí mismo y de mi personalidad. Por cómo se fueron dando las cosas, prefiero seguir siendo así a haber jugado dos Mundiales.
37 En ambos casos, te llamaron al primer partido después de la eliminación. Parecía un chiste. ¿No te dieron ganas de decir: “Ni loco voy”.
Nooo, no, porque para mí la Selección está más allá de quien sea el director técnico. Yo estoy al servicio de la Selección Argentina. No estuve nunca al servicio ni de Bielsa ni de Pekerman ni de Maradona. Estoy al servicio de la Selección. Es lo máximo, por más que uno se siente en el banco. Siempre la tuve como prioridad y siempre lo tomé de la misma manera.
38 ¿Es fácil dejarte afuera a vos porque no protestás?
Es más cómodo, seguro. Sí, seguro que es más fácil. Pero cuando uno hace todo lo posible para estar, y demuestra que puede y que tiene que estar, después está tranquilo con lo que hizo, con lo que dio. La decisión final no la tomaba yo, no pasaba por mí. Si después sucedieron otras cosas, y no iban con lo que uno trató de hacer, bueno… Por eso, repito: prefiero seguir siendo como soy y haberme perdido dos Mundiales.
39 “Zanetti es un excelente profesional pero contra Paraguay vi que no le daban las piernas, que no sabía si subir, que dudaba. Su ciclo estaba terminado”. ¿Cómo te cayeron estas declaraciones de Maradona?
La respuesta la di donde la tenía que dar, en el campo de juego. Creo que la respuesta hay que buscarla en todo lo que pasó después, 57 partidos en la temporada del Inter. Creo que las piernas siguen estando y están muy bien.
40 ¿Hablaste alguna vez más con él?
No.
41 Contá el vestuario del Inter en el momento en que se dio la lista: Milito y Samuel adentro, vos y Cuchu afuera.
Sorpresa. Se sorprendían, incluso Mourinho y toda la gente que no es del Inter se preguntaban el porqué. Diego y Walter estaban contentos pero hasta ahí, no les salía expresar mucho. Pero es así, forma parte de la profesión.
42 Si tuvieras que definirte en tres cualidades, ¿cuáles dirías?
Personalidad, a mi manera, carismático y (piensa un poco) servicial.
43 Acá se acusa a los jugadores jóvenes de hoy de ser irrespetuosos y de vivir en babia. ¿Es tan así?
Las cosas cambiaron mucho, muchísimo. Cuando yo empecé, me sentaba en un rincón, veía a los más grandes con un respeto… Y ahora creo que se perdió todo eso, por la realidad de un país, de una educación que no es la misma. Es un tema que habría que cambiar.
44 Si tus hijos vienen en un tiempo y te preguntan qué es calciopoli, ¿qué les decís?
Les digo que fue un sistema que lamentablemente existió en el fútbol italiano, que iba en contra de los principios y las reglas de lealtad del deporte, y que lo aprovecharon otros clubes. Calciopoli no era que te anularan tres goles en un partido, sino una serie de cosas muy pequeñitas, que cuando veías la cuenta final, hacía la diferencia. Estaba todo muy armado, tan armado que en el momento quizás no te dabas cuenta, pero después ibas a sumar, y bueno.
45 ¿Desde que pasó eso, ves a los árbitros de otra forma?
Siempre creí en la buena fe. Incluso durante calciopoli, veía cosas que sucedían pero pensaba que no podía ser cierto. Lo que a veces me fastidia es que por ahí haya gente en Italia que cree que calciopoli no existió, y fue una vergüenza mundial. Hoy sigo creyendo en la buena fe. Se ve que el que se equivoca es de buena leche, no por estar algo armado.
46 Zanetti, afuera expulsado. ¿Pasó alguna vez?
Pasó una sola vez contra el Parma, en Copa Italia, y todavía no sé por qué. Nos habían echado a Bergomi y a Colonnese, y ahí le dije: “Bueno, ya está, basta…”. Y me echó a mí también. Pero formaba parte del calciopoli. La otra vez fue en la Copa América, contra Colombia, cuando el árbitro interpretó que le di un codazo, el colombiano se tiró, y me expulsó. Para mí el fair play es importante. Me gusta ser muy respetuoso y correcto con el rival. Voy fuerte, sí, todo, pero me gustó siempre la lealtad.
47 Mito o realidad: el argentino es individualista y por eso se hace difícil consolidar un grupo.
Tuve la suerte de estar más de 15 años en la Selección. Y yo no vi individualismo, vi un grupo que siempre sentía la responsabilidad que tenía y que sentía lo que era jugar en la Selección Argentina. Y fueron grupos muy comprometidos, ayudados siempre por la responsabilidad y las ganas. Pero después siempre se habla cuando los resultados no se dan. Y ahí empiezan los problemas, que este, que aquel… Muy poco de eso, al contrario, el compromismo existió siempre.
48 Que contra Francia se haya cantado: “Estamos todos, no llamen más”, en obvia alusión a Riquelme… no le hace bien a la imagen del grupo tampoco.
Pero no, eso, primero que no fue a Riquelme, y segundo que esa canción la habíamos cantado siempre. ¡Siempre! Pero no es aludida a nadie. Alguna vez estuve afuera yo, otras Riquelme, otras otro jugador, y la canción se cantaba siempre, o sea que podía entenderse para cualquiera. Justo nos filmaron ese día, pero son más conjeturas que otra cosa.
49 Cuando te llegó el rumor de que contra Chile el equipo fue para atrás para forzar la ida de Basile, ¿qué sentiste?
Me dolió mucho y me sorprendió. Yo fui el capitán con el Coco y no vi eso dentro de la cancha. Vi un equipo en dificultades, superado en todas sus líneas por el rival, eso sí, pero puede pasar en el fútbol. Que se diga eso es faltar el respeto a muchos de los que estuvimos ahí. Que a uno le digan que juega bien, que juega mal, perfecto. Pero que va para atrás, no, no existe. Al menos lo que yo percibí y de la manera que yo siento el fútbol.
50 ¿Tuviste necesidad de llamar a algún compañero para preguntarle si era verdad?
No, para nada.
51 ¿Qué charlaste con Checho Batista?
Me explicó mi función dentro de la cancha; y después, lo que les dijo a los medios, que yo podía servirles a los más jóvenes para ir formándolos. Yo le dije que contara conmigo para lo que sea. No hablamos de plazos ni de nada más. Me pareció un tipo muy a la mano, bien, con conceptos muy claros. Es un técnico de gran futuro.
52 ¿Te parece que están sólidos los cimientos alrededor de la Selección o que se sigue construyendo mal?
Creo que va todo de a poco, que estos partidos que hemos jugado sirven para ir construyendo un ciclo que empezó hace poco y que tiene como meta final el Mundial de Brasil; pero antes de eso está la Copa América en nuestro país, que sería algo muy lindo de ganar, para volver a lograr un título importante y a la vez sería un punto de partida para llegar al Mundial de la mejor manera.
53 ¿No es un poquito peligroso hablar permanentemente de jugar como el Barcelona?
No, todos vemos que el Barcelona juega bárbaro, nos gusta a todos y uno se quiere reflejar, o al menos tratar de sacar cosas positivas para incorporar al equipo.
54 ¿Te molestó que acá todos quisieran que ganara el Barcelona en vez del Inter?
No, me molestó que todos analizaran solo el segundo partido, porque la eliminatoria fueron dos partidos. Uno en Milán, donde fuimos superiores y ganamos justamente 3 a 1 contra el mejor equipo del mundo; y otro cuando fuimos a Barcelona, a los 20 minutos nos quedamos con un hombre menos, contra todos esos monstruos, y si bien defendimos la mayor parte del partido, lograr un resultado significó llegar a la final de la Champions, algo que el Inter no conseguía desde hacía 45 años. Así que creo que la crítica fue muy exagerada.
55 A ver, ¿cómo se planteó el famoso partido en el Camp Nou?
Exactamente, nadie sabe la previa de ese partido. Mourinho lo plantea de la misma manera que ganamos en San Siro, pero en el calentamiento se nos lesiona Pandev. Y ahí entró Chivu por eso, porque al otro atacante lo iba a poner después. Si no, íbamos a salir a jugar en el Nou Camp con cuatro delanteros: Sneijder, Pandev, Milito y Eto’o.
56 Si uno piensa en el primer equipo de Pekerman o en la Copa América de Basile, Argentina también apostaba al toque, jugaba bien. Pero siempre eso se diluyó. ¿Por qué?
Creo que ahí hay que siempre mantener un equilibrio, sacar las cosas positivas y dejar esas cosas positivas, no hacer un cambio radical. No ligamos, Argentina también jugó muy bien la Copa América con Bielsa, igual que después mereció ganar la que hicimos con el Coco. En esas dos se jugó realmente bien. Pero el fútbol tiene estas cosas.
57 ¿Si hoy te tuvieras que poner en un equipo, en qué puesto te ubicás? Volante. Con tres en el medio por derecha, o doble cinco como juego en el Inter.
58 ¿En qué evolucionó tu juego a partir de los 30?
En leer más los partidos, en saber evaluar tácticamente muchas cosas dentro del partido, en ser más inteligente en la manera de moverme. Y también me hicieron evolucionar distintas situaciones, porque fui rueda de auxilio de Maicon, con deberes específicos, y me hice más polifuncional. Ya lo era, pero empecé a sentirme más útil en cumplir determinadas funciones, por izquierda, por derecha, atrás, en el medio… Para mí ya no existe eso de “tengo la cancha cambiada” ni nada de eso. Si vos tenés la confianza de tu entrenador, que te pone porque piensa que le rendís, uno se acostumbra.
59 ¿Hubo un técnico con el que hayas cambiado radicalmente tu forma de jugar o de ver el fútbol? Alguien que digas: “Este me abrió la cabeza”.
Hubo un técnico que sacó lo mejor de mí, que fue Bielsa, que llegó a sacar el cien por ciento mío, por su convencimiento y por la manera de transmitirme las cosas. Era un monstruo, para mí el mejor de todos, como tipo, como entrenador… Hasta me puso de extremo derecho. Contra Italia, de visitante, un partido en el que jugamos bárbaro. Esas cosas van por la confianza que te transmite el entrenador.
60 Una anécdota risueña de las que tiene Bielsa.
Un día, cuando aparecieron los botines de todos colores, el Kily se estaba poniendo unos nuevos y pasa Marcelo, lo mira y le dice: “Qué lejos quedó el barrio de su casa”. Nos reíamos todos. Salía con esas cosas, todo serio, y se iba.
61 ¿Es cierto que al llegar a Italia tenías miedo de que te atropellaran?
Uhhh, es que no había semáforos, te veían parado cerca de la senda peatonal y frenaban de cabeza. Y yo decía: “¿Y ahora qué hago? ¿Cruzo?”. Acostumbrado a acá, no lo podía creer, pero claro, allá te dejan pasar.
62 ¿Con Rambert compraron en el mismo lugar la corbata del día de la presentación?
Sí, ¡y qué mal vestíamos! (mira la foto y se sonroja). Creo que fue la primera vez que me puse un traje. Pero también era la moda, se usaba un poco así. Vamos a decir que se usaba (risas). Y el peinado, igualito.
63 Cuando se va un entrenador, como pasó con Benítez, ¿lo tomás como un fracaso personal?
No, porque en este caso estuvimos seis meses, ganamos dos títulos, y se fue porque se dieron una serie de cosas que no iban ni con la forma de ser de Benítez ni con la forma de ser de Moratti, y decidieron tomar distintos caminos.
64 ¿Moratti te consulta las grandes decisiones? O te las enterás por los diarios, como todos.
Hablamos mucho, de muchísimas cosas, porque tenemos una relación que va más allá de presidente-jugador. Nos consultamos mucho.
65 ¿Querías ser músico?
Me encanta la música. Tuve la suerte de que un día me llama el hijo de la cantante Mina y me dice que su mamá, que es muy interista, quería cantar conmigo. Y grabamos juntos «Parole, parole». Un mito, Mina.
66 ¿Tomaste clases de canto para el hit «Pazza Inter Amala»?
La practicamos en el micro que nos llevaba al estudio de grabación, y después tomábamos lecciones y ahí dividían a los que iban a cantar. Como a mí me apasiona la música, zafé bastante. A los que cantaban peor, los agruparon y hacían un coro. Ahí fue Almeyda. Con Oba Martins jodíamos siempre, en el video se ve la cara de sorpresa porque le tiré un piquito. Después de salir campeones, la volvimos a grabar. Hoy esa canción ya es un himno, aunque muchos jugadores no estén, es muy pegadiza, la cantan todos en el estadio.
67 Llegaste al Inter y no te conocían ni los porteros…
Claro, ahí no existía internet, no había videos, nada. Me vino a buscar una camioneta del club y fuimos a la montaña, donde hacen la pretemporada. Llegué con una bolsita de nylon donde tenía los botines. Había un montón de gente ahí como en una plaza, yo pasé entre todos, pidiendo permiso, no me conocía nadie, periodistas, hinchas, ninguno. Al rato me hacen salir por un balcón. Y ahí todos diciendo: “¡Pero este es el que recién pasó por acá!”.
68 ¿Tus vecinos de Como pensaban que estabas loco cuando te veían salir a la vereda con el mate? ¡Que estaba loco o que tomaba droga! ¿Eh, qué toma, qué toma?
Les tenés que explicar qué es el mate, todo… Pero sí, salía siempre con la sillita. El primer impacto era extraño para ellos. Pero no se prendió ninguno, a los tanos no les gusta el mate.
69 ¿No pensaste: “Mourinho es medio estrella, llega y me limpia”?
No, pensé que era el técnico justo por cómo se presentó y por la personalidad y la presencia que tiene. Irradia una cosa especial, lo ves que es ganador y que sabe lo que quiere.
70 ¿Te importan los récords? De todos los que conseguiste, ¿cuál te enorgullece más?
Son todos especiales, pero el de la Selección para mí es único, porque no es fácil mantenerte tanto tiempo y jugar 138 partidos, especialmente en un país como la Argentina, donde siempre salen jugadores nuevos. Y el del Inter también, por el hecho de ser el capitán hace 11 años, que creo que no lo logró nadie; la cantidad de partidos, y sobre todo el hecho de ser extranjero.
71 A Bergomi lo reemplazaste como capitán y le fuiste limpiando todos los récords de a uno. ¿Si te ve, te tira una zancadilla?
Bergomi ahora trabaja en Sky, no puede… Pero le fui sacando todos, es verdad. Me queda solo el de la mayor cantidad de partidos, 759. Estoy cerca; si Dios quiere, se va a dar. Bergomi también tiene una fundación y cuando llegué me fue explicando en qué consistía, yo colaboraba con ellos. Fue una especie de modelo para empezar la mía.
72 ¿Le preguntaste a Bergomi si no iba a caer mal que un recién llegado andara en un BMW?
Sí, no sabía, imaginate. No quería pasar por alguien que se la creía. Al final, cuando llegué al lugar de entrenamiento, el mío era el auto más choto porque los demás eran una cosa de locos. Yo me hacía problema y los otros venían con cada autito: Ferrari, esas cosas. Si hoy llego a encontrar a un jugador que me pregunta eso, pensaría que nació en nuestra época.
73 ¿Tu vida no es un poco de película, como la de Palermo?
Sí, la siento como que fue todo muy rápido. Talleres, Banfield, llegar a Italia, al fútbol que yo veía por televisión. Jamás me iba a imaginar que de Banfield iba a pasar al Inter, y después jugar, consolidarme. Fue todo muy rápido y muy loco. Y de a poco empezar a cumplir distintos sueños, fuera y dentro de la cancha.
74 ¿Sentís que sos un ejemplo que muchos no miran?
(Piensa) No, no me siento un ejemplo. Sí trato de transmitir algo positivo en todo lo que hago. Y está al que le gusta y al que no, justamente, pero trato de mantener siempre un equilibrio y una línea de conducta que pueda servir, sobre todo.
75 Verdadero o falso: “Si hubiera más jugadores como Zanetti, el fútbol argentino estaría mejor”.
Verdadero.
76 ¿En Italia te valoran más que en la Argentina?
(De inmediato) Sí. Acá jugué poco y casi toda mi carrera la hice allá.
77 ¿Hasta 2005 te sentías mucho menos reconocido por no haber ganado tantos títulos?
En Italia siempre me sentí reconocido y sobre todas las cosas muy respetado, me respetaron mucho siempre. Acá puede ser que ahora me respeten un poco más, porque somos un país resultadista. Y hasta que no ganás, quizás no importa lo que estés haciendo.
78 ¿Sos el Maldini argentino?
Puede ser, en Italia dicen que soy el Maldini del Inter, así que puede ser que me sienta el Maldini argentino. 79 Solo que él en un momento dijo basta de la selección italiana. No, yo por ahora, no.
80 ¿Sentís que a Ayala no se le reconoció lo que hizo por la Selección?
Ayala fue tratado muy mal. Un tipo que entregó todo, pero todo, por la Selección. No merecía ser tratado así.
81 ¿No te da miedo de que te pase lo mismo?
Sinceramente, no. Sé que puede existir esa posibilidad, pero la verdad es que me tiene sin cuidado lo que piensan los demás.
82 ¿Aguantaste hasta 2008 sin haber pateado un penal jamás?
Sí, ¡es así! Hasta la definición con la Roma por la Supercopa italiana nunca había pateado uno. Y ahora, no vuelvo a patear más, así me retiro con el cien por cien de efectividad, ja. La caminata esa es terrible, pero peor era ver a la gente en la tribuna que se agarraba la cabeza. Y claro, ¡cómo no se iban a agarrar la cabeza si sabían que nunca había pateado un penal! Fue el octavo. Había errado Totti en el quinto, que si lo hacía ganaban ellos. Llegó el sexto, el séptimo y a mí me tocó el octavo. Erró Juan y yo lo hice y salimos campeones. Por suerte salió bárbaro, al rincón a la derecha del arquero. Después me hacía el canchero: “Viste que estaba bien preparado”.
83 ¿Te sentís un caso salido de otra época?
Hoy casi no hay jugadores que se transformen en estandarte. Allá en Italia lo dicen siempre: Del Piero en la Juventus, Totti en la Roma, yo en el Inter y Maldini, que ahora se fue, en el Milan. Sobre todo por la dinámica del fútbol de ahora, los jugadores están poco tiempo y se van a otro club. Esto lo puede hacer Leo, en el Barcelona por ahí lo va a hacer.
84 A ver, ¿te molesta más que te critiquen a vos o que cuestionen a Messi?
Te soy sincero: no me molesta que me critiquen porque sé que es parte de la profesión que elegí, y cada uno ve el fútbol a su manera. Me molesta la mala leche, eso sí, que se hable mucho de otras cosas que no tienen sentido y no del juego. Y lo de Leo, me jode muchísimo que lo critiquen. Es increíble que todavía en Argentina se discuta a Messi.
85 ¿Messi debe ser un líder o está mal esperar eso de él?
Messi para mí es un líder, a su manera, lo que hablábamos antes, pero es líder y marca cosas importantes.
86 Nombrá amigos que te dejó el fútbol.
El Ratón (Ayala), Cuchu Cambiasso, el Cholo (Simeone), Vivas y Guly, Diego Milito, Burdisso y Walter (Samuel), Iván Zamorano, Iván Córdoba.
87 Cuando te retuvieron los 40 pares de zapatillas en la Aduana, ¿no te dieron ganas de largar todo lo de la Fundación?
No, al contrario. “Esto no tiene que existir”, dije, y le metí más duro. Hasta que no las saqué, no paré. Así soy yo. Igual, fue una vergüenza. Todavía sigue habiendo problemas, pero tratamos de superarlos. La Fundación PUPI ya ayuda a más de mil personas, es un gran orgullo. Durante el año voy a muchas cenas que organizamos en Italia para recaudar fondos. Los hinchas se agrupan, arman cenas, me invitan y yo les digo: “Yo voy, pero lo que se cobre, que vaya para la Fundación”.
88 La más linda anécdota que te dejó la Fundación.
Un chico que se inició con nosotros, hizo todo el recorrido, y ahora fue uno de los primeros voluntarios para ayudar a otros. Fuerte.
89 ¿El Mundial 2014 puede ser una meta o es una utopía?
No me lo pongo como meta. Hoy pienso en la Copa América, que es algo mucho más cercano y posible. Lo importante es que yo me sienta útil para el equipo, estando en la cancha o estando afuera. De lo que sea. Después, si llega, llega. Si no, de alguna manera iré a ese Mundial.
90 A nivel de clubes te llegó todo de un día para el otro. ¿Pensás que todavía puede pasarte en la Selección?
Ojalá, ojalá porque sería muy lindo primero que pueda jugar la Copa América y después que la ganemos, poder levantar esa Copa.
91 Te dan la chance de volver a jugar un partido de los 138 que llevás con la camiseta de la Selección. ¿Cuál elegís y por qué?
Argentina-Inglaterra, el del Mundial. Por cómo se vivió, por todo lo que pasó. Fue un partido interminable ese, pero disfrutado al máximo.
92 Definiciones cortitas.
Basile.
Un técnico con mucha experiencia.
93 Maradona.
Creo que fue lo mejor como jugador.
94 Grondona.
Un dirigente completo.
95 Pekerman.
Un entrenador para jóvenes.
96 Batista. Un técnico de gran futuro.
97 Bielsa.
El mejor.
98 Passarella.
Gran personalidad
99 ¿Levantar la Copa América sería para vos una revancha?
No. No lo tomaría de ninguna forma como algo así. Yo digo que el pasado ya lo olvidé y que disfruto del presente. Y ojalá que tenga ese privilegio de levantarla.
100 ¿Hasta cuánto te ponés como meta seguir jugando?
Hasta que vea que no disfruto más. Cuando vea que ya me pesa ir a los entrenamientos o ir a los partidos, ahí voy a dar un paso al costado. Por ahora, lo disfruto muchísimo.
(Bonus exclusivo de la web)
Fuente: Diego Borinsky – El Gráfico – Fotos:
Martín Mazur / Producción: Darío Gurevich / Fotos: Emiliano Lasalvia y Archivo El Gráfico – El Gráfico